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Para todo aquellos que se quieren iniciar en el viaje existe siempre la misma pregunta, frecuente en el foro y en los chats: “¿Cómo tengo que armar la mochila?”. Para esa pregunta está esta sección. En este artículo separamos las cosas que son imprescindibles, las necesarias, las convenientes, las de emergencia y las negativas.

El artículo apunta a dos cosas. Por un lado, al hacer una lista, le estamos dando una idea de qué cosas tiene que meter en la mochila para no irse mal preparado. Por el otro, al explicarle cada ítem, queremos crear en el futuro mochilero el criterio o razonamiento básico para armar la mochila. Todo esto es una base que el mochilero irá adaptando a sus propias costumbres a partir de la experiencia personal.

Por imprescindibles entendemos las cosas sin las cuales no podemos irnos de viaje. Para el caso son bastante pocas: la mochila y algo que haga de bolsa de dormir. En este artículo incluimos la carpa por ser de mayor importancia que las cosas “necesarias” aunque verdaderamente no es imprescindible una carpa para irse de viaje

Por necesarias hacemos referencia a las cosas que usualmente no preguntamos, porque sabemos de movida que tenemos que llevar, como ropa, vajilla, elementos de higiene, etc. En este caso comentamos cuál es la lista razonable y por qué de cada caso.

Por convenientes nos referimos a las demás cosas, cosas que no son imprescindibles para irse de viaje ni necesarias en la vida diaria, pero que llevarlas nos hacen la vida sensiblemente más fácil, como ser calentador, aislante, reloj, etc.

Por de emergencia nos referimos a elementos que usaremos ante circunstancias particulares, como ser accidentes, enfermedades, lluvia, etc. Elementos que usaremos una sola vez, por lo que podríamos prescindir de ellos, pero que, por las dudas, mejor llevarlos.

Por negativas nos referimos a elementos que a veces vemos otros mochileros los llevan, pero que la experiencia nos aconseja evitar a toda costa, como ser hacha, machete, pala, colchones inflables, etc.

IMPRESCINDIBLES

Mochila Prophet 65,The North Face

La Mochila

Lo único que es absolutamente imprescindible. Porque carpa nos puede faltar, bolsa también, ya que se puede dormir sólo en albergues o podemos improvisar una bolsa con frazadas. Pero la mochila es absolutamente necesaria para llevar lo que sea que llevemos. Puede usarse lo que sea, mientras que sepamos que a) no se va a romper b) entra todo lo que queremos llevar. Más allá de estas consideraciones básicas, veamos las características de una buena mochila de viaje.

Lo ideal es que nuestra mochila sea una mochila de armazón interna. Que significa esto? Antes de hablar de la anatomía de la mochila tenemos que considerar un hecho básico de la anatomía humana: nuestras piernas soportan mejor el peso que cualquier otra parte del cuerpo, por estar en contacto con el suelo y estar muscularmente más desarrolladas. Para conducir el peso a las piernas una buena mochila tiene una armazón interna de aluminio. Normalmente estas son placas que recorren la mochila por dentro, de lo alto a lo bajo, y se encuentran cercanas al respaldo. No son placas rectas, sino que siguen la forma de columna en forma de “S”. En algunas mochilas como en la Montagne Adventure de 80lts, estas placas pueden extraerse.

Estas placas conducen el peso hacia el área de la cintura, donde el cinturón recibe el peso y efectúa la transferencia hacia las piernas, ahorrándonos un 30% del peso. Atención, esto no es un detalle. Ningún mochilero debería llevar una mochila sin cinturón. Muchos compran la mochila con cinturón pero por ignorancia no se lo abrochan. Lo mismo se dice de la armazón interna. Aunque su sola presencia de poco sirve si no hay un cinturón que distribuya el peso a las piernas. . Volviendo al cinturón, este debe ser acolchado, y no una simple correa cuyo roce nos termine daniando luego del tercer día de caminata. Algunos cinturones permiten colgar de ellos algunos elementos que necesitaremos durante una caminata, como una linterna o una cortapluma o cámara de fotos.

Algunas mochilas viejas, ya no en el mercado, pero que podemos recibir como herencia o encontrar en un garage... tienen armazón externa, un cuadro de metal que se ajusta a la espalda y del el que cuelga la mochila. No recomendamos su uso. Son pesadas y anti-anatómicas.

Los tirantes de los hombros deben ser anchos, para distribuir la presión sobre la piel en un área más ancha. En el caso ideal, los tirantes tienen una curva preestablecida de fábrica y son ajustables.

Otra parte a tener en cuenta al momento de comprar una mochila es el panel dorsal. Debe ser acolchado. En las últimas mochilas, este acolchado consta de la superposición de distintas capas cavernosas de un material sintético. La manera en que estas capas están superpuestas hace que las cavidades no se sellen y colpasen con el uso y se mantenga el flujo de aire que permite que siga siendo una superficie acolchada (Esta tecnología se llama Matrix Foam Technology).

Otra de las cosas que hay que chequear es que la mochila tenga correas de sujeción para bolsas de dormir y/o aislantes.

Muy importante es también fijarse que la mochila tenga dos pisos o compartimentos a los que se pueda acceder independientemente. La separación entre los dos pisos que evita que las cosas del compartimento superior ejerzan peso sobre las del inferior, se puede cancelar con un cierre, para el caso en que llevemos objetos largos. Algunas mochilas traen un cierre lateral que permite acceder a cualquier parte de la mochila sin desarmarla.

Los bolsillos: las mochilas de la última década venían con infinidad de bolsillos exteriores. Es fácil dejarse tentar por ellos, pero siempre son preferibles los bolsillos anatómicos expandibles, esos que sólo se dejan notar si están cargados y que sinó no sobresalen del cuerpo principal de la mochila. Los bolsillos externos al estar menos integrados al cuerpo principal de la mochila reparten el peso menos eficientemente, sobretodo al estar cargados. Además, si situamos allí objetos delicados como la brújula, etc, están más expuestos que en otros sitios.

Corroborar que la cabeza de la mochila tenga al menos un cierre, son útiles para guardar mapas, guías de viaje, libros, etc. En muchos casos la cabeza de la mochila se desengancha y sirve alternativamente como riñonera.

Muchas mochilas vienen con un cubre mochila impermeable para los días de lluvia, que de despliega desde un cierre detrás de la cabeza. Si nuestra mochila no tiene uno se pueden comprar por separado. Son importantes, ya que evitan que el agua llegue a los papeles del viaje (mapas, pasaportes, visas, dinero, libros, folletos, notas de viaje).

Otra característica de las buenas mochilas, pero que no es imprescindible, es la extensión o vestíbulo que es como una continuación del compartimento superior, que se asegura con una cuerda y un segurito plástico. Ese espacio no está calculado en la capacidad declarada y nos da una yapa para circunstancias de emergencia.

En algunos modelos las trampas de cuerdas, que sirven para sujetar desde camperas a aislantes. Estas cuerdas hacen que de lejos la mochila asemeje a una gran zapatilla, aunque ya los últimos modelos han reemplazado las cuerdas por otra superficie del mismo material que la mochila pero que esta unida a esta por correas actuando como trampa.

Distribución y armado: Lo más pesado pegado a la espalda y más cercano a las piernas. La carpa, idealmente, si es pequenia, puede caber en compartimento inferior. Sino puede ir colgando de las correas de sujeción inferiores.

El ajuste de la mochila: las mochilas de baja calidad vienen con las proporciones de fábrica y no es posible lograr un ajuste a una espalda en particular. Una compleja red de correas permite esto. Es importante probarse la mochila ajustandola antes de comprarla, y si es posible con una carga real y no con el papel de diario que le ponen de relleno.

Otra pregunta frecuente en el Foro es qué tipo de mochila necesito? Por lo general la mochila de hombre tiene 80 litros (se usa el litro como medida de capacidad) y la de dama 60 lts. Todos los modelos dignos expresan claramente su capacidad en el mismo nombre, Civetta 60, Buffalo 120, Doite Expedición 88, Montagne Advenure 80, y así. Ultimamente, están cambiando la manera de decirlo, y te ponen: 70 + 10. Esos diez significa que la mochila tiene bolsillos expandibles que en toda capacidad suman 10 lts a la capacidad de tubo principal. Lo que tenemos que calcular nosotros es que, sea como sea, la mochila no tenga menos de 80 lts si pensamos hacer un viaje largo. Hay algunas mochilas de 45 lts pero no se recomiendan salvo para un campamento de un par de días.

Finalmente, hay que considerar si no necesitaremos una segunda mochila, lo que se llama Mochila de ataque o “day pack”. Estas mochilas andan por los 30 lts y bien pueden llevarse desarmadas en la mochila y usarse para excursiones una vez que hicimos base y dejamos la mochila grande en un sitio seguro, o bien se lleva cargada en el frente. Esto último es aconsejable cuando se lleva algún equipo de fotografía o una computadora portátil, que no queremos apilar con las demás cosas en la mochila grande. La ventaja es que si estamos haciendo dedo y dejamos la mochila grande en un baul podemos seguir teniendo a mano los items más valiosos del equipo. Lo malo es que no es muy estético, pero a pesar de lo bizarro que le pueda sonar a algunos, la pequenia mochila en el frente balancea el peso que llevamos en la espalda y nos hace la caminata más fácil. Una aclaración: una mochila de ataque no es cualquier mochila pequenia. Un vendedor deshonesto intentará vendernos una mochila urbana cualquiera. Las mochilas de ataque están especialmente diseniadas para ser llevadas delante. La diferencia está en la comodidad en el calce. Precios: No deberían superar los $60.

Yendo al otro extremo, más de 100 litros se vuelven complicados de manejar y excesivos, tentándonos a llevar más cosas que las que necesitamos. En las casas especializadas se ven grandes mochilas de 120 lts, a veces incluso al mismo precio que las de 80 lts. Tentador, pero en realidad estas son mochilas de montania, con mucha capacidad pero sin bolsillos, la que la hacen inapta para un viaje de mochileros, y son usadas por los montanistas para cargar equipo entre los distintos campamentos base, de manera rápida. Por eso son poco sofisticadas y por eso el precio no es tan alto. Son grandes sacos de carga y nada más.

Sección LA MOCHILA

A punto de comprar una mochila

El arte de armar la mochila,optmizar espacio y minimizar peso.Consejos de viajeros.

Bolsa de dormir

Debemos tener bien presente el lugar al que vamos a ir para determinar si nuestra bolsa será suficiente para protegernos del frío nocturno. En caso de ir a un lugar muy frío, podemos coser una frazada de modo de hacer un forro interior a la bolsa, aunque hará de ella un bulto más grande y pesado, no podemos pasar frío de noche. Si no tenemos bolsa y el lugar al que vamos no es muy frío, podemos improvisar la bolsa con un buen par de frazadas o metiendo ropa dentro de la bolsa. Sin embargo, hay ciertos parques, como el Aconcagua o si queremos ir al Volcán Lanín, donde nos revisarán antes de dejarnos pasar; y no es broma, si no tenemos el equipo adecuado para el frío no nos dejarán pasar. Averigüen particularmente antes de ir. Ahora, si vamos a comprar una bolsa de dormir y gastar unos pesos, mejor gastarlos bien. La bolsa de dormir y la mochila sean acaso los dos items del equipo en donde no conviene escatimar gastos. Las bolsas de dormir se dividen en estaciones (seasons si miramos un catálogo extranjero). Hay bolsas de dormir de 2 estaciones (primavera/verano), de 3 estaciones y de 4 estaciones. Las de tres estaciones son aptas ya para el invierno. Las de cuatro deberían soportar inculso temperaturas casi polares. A su vez, su capacidad térmica se mide en grados centígrados. Es éste último índice al que el viajero debe prestar atención al momento de la compra. El fabricante da, para cada modelo, un rango de temperatura, (que normalmente está escrito en la misma bolsa) que son dos valores numéricos expresados en grados centígrados. Uno expresa la temperatura mínima con la que podemos dormir cómodamente. Este índice es el índice de comfort. Junto a este numerito aparece otro que es el índice extreme y es la mínima temperatura a la que esa bolsa puede ser útil como barrera. Ya no hablamos de dormir como si nada pasase (ese es el índice de comfort) si no de al menos poder tolerar el frío. Ejemplo: una Vango Ultralite II 1100, carpa de 3 estaciones, comfort –4 C, extreme – 12 C. Aunque vayamos a hacer un viaje a un sitio no particularmente frío, no es bueno comprar por eso una bolsa de dos estaciones, porque en algun momento vamos a querer ir al Sur en invierno, y esa bolsa, no nos va a servir en absoluto. Conviene si es posible conseguir una bolsa abrigada, de tres estaciones, ya que siempre podemos regula hacia abajo (quitarnos ropa, dormir con la bolsa abierta) más fácil de lo que se puede regular hacia arriba. Las bolsas de dos estaciones son tentadoras: son más baratas y ocupan menos espacio. Pero lo repetimos, su uso se limita la verano. Un valor que se considera muy bueno para todo tipo de viajes es el de extreme – 12. Lo que en criollo decimos “una bolsa para menos doce grados”. Esa te va a venir bien en la provincia de Buenos Aires como en Santa Cruz. Con esto queremos decir que no es necesario tener que irse al Sur para necesitar una buena bolsa, de hecho en la provincia de Buenos Aires en invierno hace el frío suficiente para que todas las frazadas que apiló mamá el día antes del viaje sean perfectamente inútiles. El mal dormir, el dormir con frío, el amanecer temblando y malhumorado, es uno de los factores que acortan el deseo de seguir viajando, una de las cosas que hacen que al final de cada día acampar sea un martirio y no algo placentero. Lléndonos a un extremo, se pueden conseguir bolsas de hasta –25 C. Materiales: lo relevante acá es el relleno de la bolsa. Una buena bolsa de dormir utiliza fibras sintéticas como el duvet, que es el mismo material que tienen los cubrecamas o sino directamente pluma de ganso. Estas últimas son las más caras. Tienen la ventaja de ser más cálidas, comprimirse más y ser más fáciles de empacar, pero tardan mucho en secarse si se mojan. Las de duvet no son tan abrigadas como las de pluma pero son más duraderas y no pierden su capacidad aislante al mojarse. Una buena bolsa de dormir tiene capucha. Algunos llaman a estas “bolsas tipo momia”. En cuanto al peso una buena bolsa de dormir de –12 grados no llega a los 2 kgs, aunque algunas marcas nacionales andan por los 3 kgs. Por último, un consejo, guardar las bolsas de dormir extendidas cuando estamos en casa y no las usamos: de otra manera las fibras se comprimen demasiado y pierden su cualidad aislante. Advertencia: Viajeros amigos nos han advertido que las bolsas Derrino Night Tec (-20 C) y Northland Boulder no rankean lo que dicen. Son excelentes bolsas, pero no protegen a la temperatura que declaran. Comprar por internet. Hay una bolsa de usados en www.alborde.com, que es confiable.

Algunos Consejos sobre Bolsas de Dormir

Evaluando Bolsas de dormir


Carpa

También depende de a dónde vayamos. Si sólo pensamos en andar de ciudad en ciudad, podemos prescindir de ella porque seguramente dormiremos en albergues, comisarías, iglesias o lo que sea (consultar alojamiento en este mismo sitio), es más, lo más probable es que carguemos la carpa en balde y nunca la usemos. Pero si pensamos ir a lugares agrestes, es imprescindible, no podemos fiarnos de siempre conseguir un techo (establo, garaje, estación de servicio, etc), cuanto más aislado sea el lugar, mayor razón para llevar la carpa. Hay varios tipos de carpa, y esto es importante a la hora de elegir. En otras épocas casi todas las carpas eran del tipo canadiense. Estas carpas son pesadas y se desaconseja su uso. Las carpas más populares son las de tipo iglú, cuyo sostén consta de dos varillas plegables deslizadas en cruz y arqueadas de manera de dar altura a la tienda y apoyo a todo el conjunto. Las carpas iglú son más livianas que las canadienses y más estables. Todo mochilero hoy día lleva prácticamente una de estas. Las carpas de alta montania son similares al iglú, pero sus varillas son una de menor diámetro que la otra y no se cruzan sino que se arquean en forma paralela, formando un disenio de tipo túnel. Esto les da un bajo perfil que es más estable frente al viento. Hay iglúes que son ser tipo túnel, tienen un vestíbulo que al cerrarse confiere al conjunto una forma aerodinámica y de bajo perfil. Otro tipo de carpas, cada vez más alejadas en presupuesto son las geodésicas. En ellas las varillas son regulables y esto permite buscar la forma más adecuada a una situación ambiental particular. Otro tipo de carpa de la que podemos sentir hablar son las carpas con mangas. En estas, no se entra directamente a la carpa, sino que se entra a un pasillo, o manga, que lleva, tras abrir otro cierre, al compartimento central de la carpa. La idea es bloquear lo más posible el flujo de aire frío hacia el interior de la carpa. Se usan más que nada en expediciones a gran altura. Ahora conocemos todos los tipos de carpas. Pero... cuál es la que más se adapta a las necesidades del mochilero? Lo ideal son las carpas iglús. (si es posible de perfil bajo o tipo túnel) Aunque si no queda otra que la canadiense, bueno, habrá que cargarla. Por lo general, es preferible dormir apretado que cargar con una carpa muy pesada. Los iglús vienen en distintos modelos, según la cantidad de personas que pueden dormir en ellos. Así tenemos “iglúes de 2”, “iglúes de 3” y de 4. Ojo! Los fabricantes son como los pescadores.... En uno de 4 duermen cómodamente 3. En uno de tres, caben 3 pero seguro ninguna mochila.... Para una persona sola u ona pareja, un iglú para dos (el fabricante dirá acaso 2/3) es lo mejor. Este iglú tendrá idealmente estacas de metal, que son más duraderas que las de plástico y fáciles de clavar. La ventilación es un factor a tener en cuenta. Las carpas modernas vienen casi siempre cubiertas de una malla simple, que evita la condensación del calor humano. Esta malla permite el libre flujo de aire, y en climas cálidos evita la horrible sensación de sentirse parte de un caldo. En estas carpas la gran barrera la representa el cubretecho. Lo bueno es que en climas cálidos retiramos el cubretecho y listo. Las carpas en sí no ofrecen mayor o menor protección frente al frío. En lo que sí se pueden diferenciar es en su mayor o menor ventilación. Aunque vayamos a sitios fríos se recomienda entonces una carpa con buena ventilación, porque la pretección frente al frío la representa la bolsa de dormir y no la carpa. Siguiendo con el tema de los flujos de aire algunos recomiendan agregarle a la carpa al final del sobre techo, en esos veinte centímetros que quedan hasta el piso, una banda de tela que haga de faldón. Eso evita que el viento corra entre la carpa y el sobretecho. Puede producir condensación, pero genera un aislante de aire entre el interior y el exterior formidable. Frente a la lluvia, los cubretechos de las carpas modernas resisten una presión hidroestática de 5.000 mm. Por eso, asegurarse de que nuestra carpa tenga un cubrtecho antes de salir. Igualmente haremos bien en sellar las costuras con impermeabilizador. ($20) Otro factor importante es el peso: los iglúes para dos personas pueden pesar entre 1,7 kgs (carpas ultralivianas suecas de U$S300) y 3,500 kgs (un iglú marca Carrefour que te la regalo) Entre estos dos extremos, intentaremos siempre marcar por debajo de los 3 kgs, idealmente los dos kilos y medio. Longitud: personas altas, preguntar las medidas de la carpa antes de comprar. Un ide dos metros es incómodo si medimos 1,97 mts. Al menos permitir 2.20 mts. Para esto una carpa de tipo túnel es ideal, ya que son bajas pero alargadas. Materiales: se usa nylon taffeta, que es liviano y resistente. Se le agrega poliuretano aplicado (PU) al piso y cubretecho para aumentar la cualidad aislante, aunque no a la tienda interior ya que ello afectaría la respirabilidad. Colores: los colores brillantes se fundamentan si uno es montanista y puede llegar a precisar un rescate. Entonces colores que contrasten con los de la naturaleza son bienvenidos, pero si somos mochileros normales, mejor colores que pasen desapercibidos, como el marrrón o el verde. En muchas zonas acampar es ilegal, en otras simplemente llamará la atención de todos los ninios de una aldea quienes formaran un círculo alrededor nuestro y no podremos descansar. Consejos básicos: armar la carpa sobre un terreno nivelado. Retirar piedras, ramas y otros objetos con anterioridad. Si hay vegetación cerca podemos formar una capa de hojas sobre el sitio dónde acamparemos para mayor comodidad. Tener en cuenta no estar en una zona donde el terreno forma un embudo. En ese caso nos inundaremos en caso de lluvia. Buscar zonas altas, o cavar canales alrededor de la carpa. Para quienes vayan a lugares fríos sepan que dormir de a dos es siempre bueno para juntar calor. La solución más linyera para la carpa, es llevarse un plástico grande o un poncho de lluvia, un par de palos y con eso se puede armar una tiendita....

Evaluando Carpas

Elementos de protección

  • Climática: protector solar, cremas hidratantes, manteca de cacao. Ver sección SALUD para más detalles.
  • Contra insectos: repelentes y redes. Ver sección SALUD para más detalles.

NECESARIAS

Vajilla

Con plato, taza, ollita (que también sirve de pava), cuchillo, tenedor y cuchara estamos bien. Aparte de eso, mate y bombilla. Luego, hablemos de lo ideal.

Lo ideal es conseguirse una marmita. Una marmita es un set de elementos de cocina que se meten unos dentro de otros, de manera que en un paquete de 30cm de diámetro por 10 de alto caben ollas (varias), plato, sartén y pava. Quienes puedan conseguir el set de ollas Doite ($120) , consíganlo. Para quien quiera comprar, hay otras marcas en venta. El material de las marmitas es para tener en cuenta. Muchas vienen de teflón, que tiene la ventaja que la comida no se pega. Pero tambien requiere un cuidado excesivo ya que si las ollas se rayan, ya no pueden usarse. Mejor el aluminio.

Con respecto a los cubiertos, podemos llevar un juego de tenedor, cuchillo, y cuchara de casa, pero lo ideal es hacerse de un juego de cubiertos de camping, que son mas pequenios y livianos. Estos vienen de plástico, acero inoxidable ($20 marca Cacique) o titanio. Los de plástico son inservibles, los de acero inoxidable los más comunes y efectivos, y los de titanio los ideales, ya que combinan el peso de los de plástico con la dureza y filo de los metálicos. Ademas son los más caros...

También es casi indispensable un abrelatas, pero para ahorrar peso conviene tener una cortaplumas que lo incluya en sus usos y no llevar uno aparte.

De vaso se puede usar la tapa del termo. Otra opción bien piola son los pequenios vasos térmicos metálicos con tapa que conservan el calor. Si ya llevamos termo en el equipo y solo queremos el vaso en tanto recipiente y no nos interesa sus cualidades térmicas, entonces directamente un vaso metálico cualquiera, que sea pequenio, hará el trabajo. En las casas de camping se los consigue de aluminio o de acero inoxidable ($20 marca Doite).

Las cantimploras son poco recomendables, pesadas, y no so son térmicas. Una buena alternativa es un termo de viaje ($40 aprox). Los termos de viaje son de acero inoxidable y nunca los termos plásticos que se usan para llevar a la playa, que se rompen indefectiblemente al primer golpe.

Aparte del termo de viaje que normalmente tienen una capacidad de un litro, si pensamos apartarnos de la civilización por un largo trecho conviene aumentar nuestra capacidad de llevar agua. Entonces, sin dejar el termo (que nos sirve para llevar agua caliente o chocolate y conservar el calor corporal en climas fríos) podemos llevar una bolsa de agua como las que se usan para trekking. Son bolsas de un plástico duro, flexible y transparente, que pueden cargar 2 lts de agua al estar llenas, pero que un vez vacías se plegan y no ocupan prácticamente espacio en la mochila. Su peso es ínfimo, y lo hace una alternativa superior a la cantimplora. En caso extremo podemos combinarla con el termo y tenemos entonces 3 lts de agua, suficiente para beber y cocinar.

En esta categoría ambién podemos incluir a los elementos necesarios para hacer fuego: fósforos o encendedor. Entre estos últimos, se encuentran unos muy prácticos que son anti-viento, y permiten tener una llama poderosa al margen de las condiciones climáticas. Funcionan a gas butano.


Marmita casera

Ropa

Un buen número es tres mudas, una puesta y dos en la mochila. Luego un pantalón largo y uno corto (si vamos a Ushuaia en invierno podemos prescindir del corto y llevar otro largo). Un buzo o pullover y una campera. Si vamos a un lugar muy frío, hay cierta ropa que conviene llevar pero en número de uno, porque la usaremos una vez cada tanto, cuando haga mucho frío, o la usaremos sobre la remera, por lo que no la transpiraremos o al menos la podremos usar más de un día entre lavado y lavado: calzoncillo largos o calzas, camiseta de manga larga bien abrigada, chomba calada y medias térmicas o de lana. Esto es en términos generales. Ahora, si podemos elegir o disponemos de un presupuesto, podemos hacernos de un mejor equipo y buscar la manera de que cada item contribuya a una mayor comodidad durante el viaje.

Ropa Interior

La ropa interior, si nos vamos al frío, debe ser de capilene, seda o lana, y las medias también de lana. El algodón no se recomienda, cuando se transpira se pone frío. Algunas medias termicas vienen hechas con doble hilo de algodón, y son bien altas, cubriendo toda la pantorrilla.

Pantalón

Lo ideal son pantalones tipo cargo, que son esos que tienen grandes bolsillos a los lados e incluso un par de cierres. La ventaja es la capacidad de manejo simultaneo de objetos: billetera, mapas, etc. Estos pantalones a veces vienen desmontables, la parte de la rodilla para abajo se desmonta con un cierre. Lo bueno de esto es que cuando hace calor tenemos un pantalón corto, y no tenemos que cargar con él en la mochila porque ya lo tenemos tipo 2 en 1. Para climas templados, es decir, no demasiado frío, no demasiado calor, los pantalones de microfibra son los mejores. La microfibra es un tejido de rápido secado, y es una tela muy respirante, además de liviana. Hay distinto tipo de microfibras, la marca Montagne está trabajando ahora con microfibra Taslone, que es bien resistente. Ahora, si sabemos que el clima va a ser predominantemente cálido, entonces pantalones livianos de hilo son lo mejor, aunque los de microfibra harán el trabajo. Si va a hacer frío (el Sur fuera del verano por ejemplo) el tema es distinto y ya no podemos confiar en la polivalencia de la microfibra. Sobre todo si va a haber mucha lluvia o nieve, conviene, o llevar un pantalón de nieve de alguna fibra sintética o de nylon, o recurrir a una combinación de pantalón de microfibra y una calza de polipropileno debajo. Otra combinación válida para el frío puede ser microfibra y polar. El Polar (Fleece, en inglés, por si nos toca comprar en el extranjero), es un tejido super abrigado, pero no es recomendable como unica capa si va a haber lluvias, ya que no es absolutamente impermeable. Esto no quiere decir que en la mochila no metamos un jean para la ciudad, salidas, etc. Dos pantalones (uno puesto, otro en mochila) es un número razonable para un viaje no muy largo. Si nos vamos tres meses, sumar otro.

Buzo

Llevar un buzo de polar para el frío. Aunque cualquier polar es bueno, nos podemos encontrar con polar antipilling. No asustarse, significa que con el uso no se hacen bolitas con la lana del polar. A la hora de pensar en un abrigo, un polar abriga más que un pesado pullover de lana que tiene medio centímetro entre punto y punto y que deja filtrar todo el calor.

Remera

Las remeras no admiten mucha diferencia, lo que sí hay son camisetas térmicas de polipropileno, que retienen más el calor que una remera común.

Campera

Si vamos a viajar en climas templados o medianamente fríos, cualquier campera abrigada nos va a servir. Si vamos a climas fríos, o a sitios cálidos durante el día pero que refrescan de noche, hay que tener un par de cosas en cuenta. Las cualidades que tiene que reunir una campera son abrigo e impermeabilidad. Una buena opción es una campera con relleno de pluma de ganso que es sumamente aislante y se compacta para meterse en la mochila. Las camperas de jean dejan pasar toda el agua, las de cuero son pesadísimas y ocupan media mochila. (Nunca!) Una opción fácil para evitar comprar una campera nueva si tenemos una que no es impermeable es comprar un rompevientos y usarlo encima de nuestra campera. Otra manera de lograr abrigo y barrera anti lluvia es comprar un poncho de lluvia, que son baratos, y usarlo encima de nuestra campera convencional. Ahora, supongamos que vamos a hacer muchos viajes, tenemos unos ahorros, y queremos una campera que nunca nos deje a pata. Entonces nos tenemos que decidir por una campera desmontable. Estas camperas son dos camperas en una. La parte exterior y visible es una campera-rompevientos de microfibra taslone, impermeable, con una resistencia hidrostática de 700 mm, costuras termoselladas, y muchos bolsillos. Tiene además ventilación axilar, capucha, y abrojos por todos lados para evitar que el viento nos entre por debajo o por las mangas. La campera interior es de polar anti pilling. La ventaja es que, usándolas juntas, tenemos abrigo y barrera, y nos sirve hasta en los más altos pasos a los que se puede llegar sin hacer montanismo, allá por los 5000 y pico metros. Si el clima es templado, podemos usar el polar, y si hay lluvia pero no hace frío, guardamos el polar en la mochila y nos quedamos con el rompevientos. La diferencia entre estas camperas y las llamadas camperas técnicas para esquí, es sólo que las últimas no son desmontables (perdiendo así la ventaja de ser multiuso) y que tienen trampa para nieve, cosa de dusosa utilidad. En el mercado se consiguen buenos modelos, tanto en técnicas como desmontables, de las marcas Montagne, Columbia, Alpine Skate, Dufour, Hi Tech, etc. Una opción superior son las caperas de Gore-Tex, que combinan barrera y abrigo en un tejido más liviano que el que forman polar más microfibra, pero su precio es bastante elevado.

Guantes y Gorro

Son indispensables para el frío, ya que hasta el 75% del calor corporal se pierde por las extremidades. La lana es buen, material, el polar mejor, y algunas fibras sintéticas impermeables mejor aún. Los guantes deben ser impermeables si pensamos ir a un lugar frío y lluvioso. Un par de guantes impermeables típico esta hecho de nylon en el exterior y de polyester en el interior. Una marca muy recomendable es Thinsulate. Para el caso contrario, indispensable una gorra tipo de béisbol para protegerse del sol, o mejor aún un sombrero de ala ancha, que le da sombra a toda la cabeza. También salieron al mercado ahora unos gorros de tipo béisbol con toda una falda que cubre la nuca.

Calzado

El calzado como el resto del equipo puede, según su calidad, solo cumplir su función o contribuir a aumentar el confort del viaje. Dependerá esto de cuanto dinero podamos invertir en el tema. Antes de comprar un par de botas tenemos que pensar en el tipo de viaje que tenemos en mente. Si vamos a efectuar excursiones cortas, por terrenos llanos y en condiciones climáticas nornales, entonces necesitaremos un par de botas livianas y cómodas. Si estamos pensando en caminar varios días con una mochila cargada a cuestas y aveces por terrenos donde no hay senderos marcados, hay que pensar en botas reforzadas, con materiales más rígidos y durables. Nunca uses tus botas por primera vez en una larga caminata. Úsalas por lo menos unos 50 km antes de salir para que te acostumbres a ellas y para que las hormes. Es buena idea llevar unas sandalias para descansar los pies cuando el clima lo permita. No unas ojotas finitas con correas de goma que nos harán sudar y nos sacarán ampollas, sino sandalias de las que también tienen agarre en el talón, y utiliza telas y fibras sintéticas. Evitar esas sandalias que casi parecen zapatillas por el tamaño exagerado de su suela. Ocupan mucho espacio.

Caracterísitcas constructivas

Materiales. Según los materiales utilizados variarán el peso, la permeabilidad y durabilidad de la bota. Se dividen en tres clases. Las botas con malla de nylon y cuero base están diseniadas para pesar poco y ser permeables a la transpiración. Otras botas son de cuero de capa completa y son muy permeables al agua, durables y firmes. No permiten la ventilación como el nylon. Por último hay diversas barreras a prueba de agua, como el Gore Tex, que se le agregan a botas livianas para aumentar su resistencia al agua. Si se cuidan correctamente son las más duraderas de las tres. Entonces, los criterios a tener en cuenta son: la respirabilidad de la bota (evita que mantengamos el pie húmedo mucho tiempo), resistencia al agua (nos referimos a charcos, lluvias o el simple rocío del pasto. Si el nivel del agua no pasa la cania se pueden cruzar pequenios arroyos) y durabilidad y firmeza (poder utilizar las botas por largo tiempo y que el calzado mismo ayude a la persona a sostenerse en el terreno, aún con una mochila a cuestas) Con respecto a la resistencia al agua, se reconocen en una buena bota los siguientes elementos: cuero a prueba de agua (por haber sido tratado con impermeabilizantes especiales, que se pueden comprar por separado). Construcción a prueba de agua (costuras selladas y otras técnicas). Placas a prueba de agua (son barreras especiales que evitan el paso del agua y permiten que la humedada interna escape al exterior.) Las costuras. Mientras más costuras tenga la bota, más posibiliades de filtraciones y de fracturas en la cubierta hay. Las filtraciones suceden cuando el agua pasa por las puntadas. Las fracturas de cubieta suceden cuando dos paneles cocidos se separan, por el uso mismo del calzado. Por eso cuanto menos costuras, mas durable y resistente al agua será este. Por otro lado, es conveniente que la suela este cocida al resto de la bota y no pegada, ya que se puede descocer para reemplazar partes deterioradas. Actualmente es raro encontrar suelas cocidas, ya que al pegarse se bajan los costos de producción. Igualmente las técnicas de pegado han mejorado. La suela. Hay que considerar la calidad del dibujo. Si el dibujo es bueno eso nos dará mayor tracción sobre el terreno, tema importante para los senderos empinados. También hay que considerar la rigidez y la resistencia del material . Las suelas están compuestas de tres capas. La suela interna, que está en contacto con el pie, debe ser acolchada. Luego viene la capra de amortiguación, que es donde muchos fabricantes han hecho esfuerzos comerciales. Después viene la suela misma, que es la sección más dura y la que lleva el dibujo.

La lengüeta. Algunas lenguetas están unidas al zalzado por una membraba que actúa como trampa de agua, evitando que el agua se filtre por esa sección.

Consideraciones al momento de comprarlas

  1. Pide por lo menos un número mayor al que usas comúnmente. Tus dedos deben tener suficiente espacio como para agitarlos.
  2. Debe haber espacio entre la caña y tu tobillo de por lo menos un dedo.
  3. El tobillo no debe tener juego (subir y bajar) dentro de la bota mientras caminas.
  4. Pruébate las botas con calcetines similares a los que usarás en tus caminatas, si te las pruebas con unos muy delgados pensarás que esas son las indicadas y después las sentirás apretadas.
  5. Hay que fijarse en la figura de la suela esta debe estar muy marcada.
  6. Que sean ligeras.
  7. Si tienen la punta reforzada mucho mejor, será una protección extra para tus dedos contra los tropezones en las rocas.
  8. Unos cordones muy rígidos tenderán a aflojarse más rápido, elige unos de rigidez media y largos, pueden servirte para muchas cosas.
  9. Si tienes los tobillos muy frágiles o las usarás en terrenos muy pedregosos con descensos empinados, es mejor la bota completa, si no una media bota será suficiente.

El cuidado de las botas

Es importante limpiar las botas antes de guardarlas. Esto se puede hacer con detergentes suaves como el shampoo de ninios. Por dentro y por fuera. Nunca hay que guardarlas húmedas, porque se llenan de hongos y estos destruyen los materiales orgánicos y otros. Nunca apurar el proceso de secado poniéndolas cerca del fuego. Mejor ponerles talco para pies y cerca de una fuente de ventilación. No guardarlas aplastadas, rellenarlas con papel de diario, etc. Una o dos veces al anio aplicarles impermeabilizantes.

Elementos de higiene

Acá hay que abracar varias cuestiones. La higiene personal, el lavado de ropa y el lavado de vajilla. Respecto de la higiene personal, cada uno más o menos sabe: shampoo (enjuague en el caso de las mujeres) jabón, cepillo dental y pasta y, quienes se incomoden con la barba, máquina de afeitar. Las mujeres pueden llevar todas las cremas que quieran ( pero si las cargan ellas!!!) No es conveniente comprar sobrecitos de shampoo y enjuague para no llevar botellas. Es mucho más caro. En todo caso, lo que conviene es conseguir botellas de plástico del tamaño adecuado como para llevar el shampoo justo para el viaje. No olvidar papel higiénico (oro blanco en algunas circunstancias).

Para el lavado de la ropa, una pieza de jabón blanco servirá tanto para la ropa como para la vajilla. Un cepillo de uñas para fregar la ropa vendrá bien para la ropa como para la higiene personal. Para ciertos casos, es más fácil llevar una bolsita pequeña con jabón en polvo, así lo único que hay que hacer es meter la ropa en un balde y sacudir un poco (comentarios aparte sobre la presencia de con que quedaran las prendas)

Para el lavado de vajilla; el jabón blanco de la ropa y un trozo de esponja. No es conveniente comprar sobrecitos de shampoo y enjuague para no llevar botellas. Es mucho más caro. En todo caso, lo que conviene es conseguir botellas de plástico del tamaño adecuado como para llevar el shampoo justo para el viaje.

Toalla – Lo más liviano y pequeño es llevar un pareo, que es una especie de tela muy finita que se suele usar para la playa o para ir de picnic. Otros prefieren llevar una toalla de tamaño adecuado pero bien finita, porque se tiene que secar en poco tiempo para poder volver a meterla en la mochila. Alguno aconsejó alguna vez llevar dos toallas de mano en vez de un toallón, pero los resultados obtenidos fueron poco satisfactorios.

CONVENIENTES

Calentador

Calentador MSR

Quien viaje dispuesto a comer puro sanguchito tendrá dos problemas, el primero es que se alimentará mal, y el segundo es que el fiambre está carísimo. Con un calentador podemos comer comida más o menos elaboradas y además ahorrar plata (no comparemos unos sandwiches con un plato de arroz con queso) Aunque en términos generales el calentador sólo es algo conveniente y no imprescindible, en ciertas ocasiones puede ser imprescindible. No debemos olvidar que en los Parques Nacionales sólo se puede hacer fuego en las zonas de acampe. Hay quien ha andado por el sur veinte días sin calentador alguno, y nunca dejó de comer. Hacer fuego con leña no es tan difícil, pero tener un calentador para calentar el mate al despertar es mucho más lindo.

Tipos de calentador. Empezamos con la solución más casera, que consta de un pequenio cilindro metálico sin tapa en cuyo interior se ponen trapos embebidos en alcohol. Su desventaja reside en que no tiene poder de fuego y es poco útil en un escenario de alta montania.

De los que se pueden comprar, el menos aconsejable es la conocida cocina a gas “Pirámide”. Aunque es lo que más se parece a la hornalla que dejamos en casa, la cocina, que funciona con tubos de gas butano, es del tamanio de una carpeta oficio, por lo que sumada a su “práctico” estuche, es como llevar un partafolio en la mochila. Los repuestos cuestan 7 pesos y tienen buena autonomía.

Otra opción son las garrafas de gas butano a los que se les ajusta la hornalla. Es más conveniente que la cocinita a gas porque ocupa mucho menos espacio. Están costando alrededor de los 70 pesos, y sus repuestos 6-7.

La mejor opción sin dudas son las cocinas omnifuel, también llamadas de alta montania. Estas cocinas ultralivianas tienen la ventaja de funcionar con cualquier clase de combustibles liquidos (algunos modelos incluso aceptan los tubos de butanos). Esto es una gran diferencia a la hora de salir de las sendas del turismo convencional y los sitios urbanos. En cualquier sitio o país podemos encontrar nafta o alcochol de quemar, pero no en todas partes habrá un comercio que venda los tubos de gas de butano que se adapten a nuestra cocina a gas.... La otra ventaja es el peso ya que todo el equipo no llega a pesar 750 gms. El combustible se carga en un tubo rojo de 650 cm3 de capacidad (es buena idea comprar dos tubos si pensamos hacer excursiones prolongadas). El combustible es bombeado varias veces para lograr presión antes de abrir una pequenia llave, y luego como en cualqueir cocina hay un pequenio grifo para moderar el poder de la llama, que sale por una boquilla inyectora con una presión que asemeja un soplete. Gracias a este sistema de poco nos afectará el viento a la hora de encender la cocina. Las cocinas vienen con dos o tres boquillas de diverso diámetro, para los distintos tipos de combustibles a utilizar. Los que compren estas cocinas harán bien en hacerse de un mini filtro de combustible para colar combustibles poco destilados y no daniar el equipo. Es, en general, un dispositivo complejo que requiere mucho cuiadado, pero una vez que le agarramos la mano podemos disfrutar de sus ventajas. Andan por los $300. Marcas recomendadas son MSR y Primus.

Aislante

El piso es una fuente de frío muy importante en las noches. Debemos aislarnos de él tanto como podamos porque por más que nuestra bolsa sea abrigada estamos en contacto directo con algo muy frío. Un aislante está a 20 pesos en el mercado, aunque se pueden conseguir más baratos. En caso de no poder conseguir un aislante, se puede llevar un buen plástico lo suficientemente grande para poner bajo la bolsa, y debajo de él podemos meter diarios, ropa o lo que sea que nos aísle un poco del piso. Para quienes no pueden dormir sobre el piso duro se venden pequeños colchones de goma espuma de un centímetro de espesor que sirven a la vez de aislante y colchón. Su costo está arriba de los 45 pesos, pero es una gran diferencia. Sin embargo, podemos irnos sin aislante perfectamente si no hace demasiado frío.

Una opción superior a los aislantes tradicionales son los aislantes inflables Therm-a-Rest. Son autoinflables y comodísimos, además de ocupar mucho menos espacio que un aislante común.

Linterna

El modelo ideal es pequeño y liviano. No llevar ninguna linterna que lleve pilas medianas o grandes. Se gastan rápido y no se justifica. Hay algunas que con un pequenio giro se convierten de lámparas, que nos serán de utilidad dentro de la carpa. Para los amantes de la lectura nocturna se venden una pequeñas luces que se sujetan a la frente como las linternas de minero.

Otro objeto lumínico que nos puede ser util es una luz roja de esas que titilan, usadas por los ciclistas. Es muiy piolas tener una para colocar en la mochila si nos toca caminar por una ruta de noche, o hacer dedo con poca luz.

Una alternativa linyera que sirve, aunque recomiendo tener mucho cuidado, es tomar una lata vacía, limpiarla bien para que quede bien reflectiva por dentro y meterle una vela pequeña adentro, también le podemos hacer una manija con alambre.

Navaja multiuso

Su utilidad está en su nombre. Entre los usos más oportunos están el abrelatas (nada peor que andar abriendo latas de atun a golpes de cuchillo) y el destapador, además de los filos claro. Además del disenio tradicional hay otros donde los usos se encuentran en lo que se transforma los mangos de una pinza. Marcas tradicionales son: Victorinox, Letherman, y Mauser.

Soga

Su uso es múltiple, para colgar la ropa, para atar paquetes que cuelguen de la mochila o para estrangular al compañero de viaje cuando no nos lo bancamos más. Que sea bien finita y livianaes lo importante, y lo suficientemente larga, vale usar los vientos de la carpa cuando no hay viento.

Entretenimiento

Llevar un mazo de cartas, una libreta y birome, un libro, un walkman, etc., no está de más. No moriremos por un libro hasta que tengamos un día de lluvia torrencial y debamos permanecer recluidos en la carpa todo el día. Nada más no nos llevemos una enciclopedia.

GPS

Un chiche más que otra cosa, le es útil a quien realmente se va a donde no hay senderos. El “sistema de geo posicionamiento global” además de tener brújula electrónica, permite fijar, almacenar y rastrear puntos de referencia, conociendo su latitud y longitud exactas. Con esas coordenadas únicas, podemos hacer ubicable y compartible (y re-encontrable) una piedra en medio al Parque Nacional Los Alerces….. Los GOS marcan también las rutas, pero sólo las mayores y aveces con la nomenclatura equivocada.

Equipos de fotografía

Cada uno sabe más o menos lo que prefiere. Hoy día una cámara digital permite sacar fotografías sin límite y sin el problema de perder los rollos. A muchos viajeros les sucede que por un hurto imprevisto pierden los recuerdos de todo un viaje. Con la digital vamos mandando las fotos desde cualquier computadora a medida que se nos va acabando la tarjeta de memoria. Hay que considerar un detalle, si vamos a viajar con nuestra cámara y pensamos enviarnos a una cuenta de mail las fotos que vayamos sacando, necesitaremos llevar con nosotros el driver de la cámara. De otra manera la computadora del cyber (salvo que tenga Windows 2000) no reconocerá la cámara. También necesitaremos un cable USB para conectar cámara y PC. Los adeptos a la fotografía tradicional deberán averiguar si el tipo de película que usan está disponible en el destino elegido. El problema principal es otro: cargar con los rollos. Una opción es revelar los rollos pero no hacer copias de las fotos. De esta manera nos evitamos cargar los rollos y nos llevamos los negativos. Si estamos haciendo un viaje largo, de más de 3 meses, es una buena idea enviar estos negativos por correo cada 3 o 4 rollos.

Papeles de Viaje

Entre los que llamamos papeles de viaje incluimos la documentación que nos será de utilidad en el viaje. Esta variará según la clase de viaje que pretendamos hacer. La sola posibilidad de hacer una parada a trabajar en un país nos remite a todo un posible conjunto de papeleríos que no se analizarán en este artículo (nos referimos a CVs, etc). También incluimos cartografía y literatura.

  • Primero y principal está el pasaporte. Sin él es imposible salir del país, salvo que sea un país limítrofe. Al pasaporte, además, le deberán quedar al menos 6 meses desde la fecha de entrada a cualquier país. Vale decir, ningún país nos dejará entrar o nos dará una visa si nuestro pasaporte se vence en tres meses. Para viajar a los países limítrofes alcanza DNI o Cédula de la Policia Federal. Es bueno llevar encima una fotocopia de las dos primeras páginas del pasaporte. Y dejar otras fotocopias en casa que puedan ser enviadas si perdemos el pasaporte original. Los que no tengan pasaporte pueden tramitarlo en la Policia Federal. En Buenos Aires siempre tarda menos que en el resto del país. Tarda aprox dos semanas en Buenos Aires. Los que tengan un pasaporte al que le queden, por ejempo, 3 meses de validez y estén por hacer un viaje largo, deben sacar otro porque ningun país los dejará entrar. Para eso tienen que decir que perdieron o les robaron el anterior, hacer una denuncia de robo en la policía federal, y recién ahí pedri uo nuevo, presentando la denuncia. Menores de 21: Necesitan un permiso de ambos padres para salir del país, que debe ser firmado ante escribano público. Es un trámite rápido. Recuerden que quienes van a Ushuaia pasan por un breve porción de territorio chileno y necesitarán tener sus papeles en regla para salir del país.
  • Otro papel aconsejable es un certificado de vacunación. Algunos países no nos dejarán ingresar si no tenemos ciertas vacunas en regla. Aunque estos son normalmente países africanos a los que uno no viaja todos los fines de semana cualquier país puede sin aviso previo empezar a pedir cierta vacuna ante un brote. Si pensamos darnos algunas vacunas en el camino a cierto sitio (si nos quedaron dosis pendientes de aquellas vacunas que se dan en tomos, por ejemplo) es buena idea llevar las recetas del médico clínico.
  • Si tomamos medicamentos, es buena idea llevar las recetas de lo que necesitaremos comprar. Tener una receta bilingue nos puede ser útil si la podemos conseguir. Un detalle: debe figurar el nombre genérico del medicamento, ya que los nombres o marcas con que estos se comercializan cambian de país en país.
  • Tarjeta ISIC. Esta tarjeta en Argentina se asocia automáticamente a ASATEJ, esa graciosa agencia que ignorando cuanto tenga relación con el turismo independiente se adjudica su representación. Aún así, es necesario saber que Asatej existe porque es la manera más fácil de tramitar la ISIC. Requisitos: ser estudiante de algo, y presentar el certificado de alumno regular. Cualquier curso que sea de más de 10 horas semanales califica. Cuales son sus ventajas? Es la manera internacionalmente más aceptada de acreditar nuestra condición de estudiantes, que nos dará derecho a muchos descuentos, desde transporte a museos. Aún así, quienes tengan en mente recorrer Europa en tren, por ejemplo, acostumbrese a la idea que los países europeos sólo les hacen descuento etudiantil a SUS estudiantes con sus propias tarjetas. Aún así es negocio tener la ISIC. Los 11 dólares que sale tenerla se recuperan con tres o cuatro museos que uno visite. Detalle: si está vencida, da lo mismo, casi nadie mira la fecha de vencimiento. Además de la ISIC está la ITIC (para docentes).
  • Tarjetas de crédito o débito: Si las tenemos, nos pueden sacar de un apuro al cruzar ciertas fronteras. Sucede que a los guardias de frontera les impresiona ver esos pedacitos de plástico coloreado. Significa que somos alguien en la vida!!! Sobretodo cuando tienen fondo. Prueba de fondos es algo normal que se pide hoy para ingresar en varios países de políticas migratorias duras, como Australia, EE.UU o, si tenemos mala suerte, Europa.
  • Carnet de conducción. No importa si es internacional o no. En muchos países tener el carnet argentino es mejor que no tener ninguno. El Internacional se tramita en el Automóvil Club.
  • Tarjeta de Hostelling International. Si la tenemos no está de más llevarla, pero no es tan indispensable como se la pinta. Los hostels HI ofrecen descuentos son esa tarjeta, pero muchas veces hay otros hostels más baratos. Si terminamos usando siempre HI, igualmente recibiremos la membresía gratuitamente luego de 6 noches de alojamiento.
  • Fotos de nuestra familia: En muchas culturas (especialmente la de Medio Oriente) es normal que la gente sea curiosa con respecto a nuestra ciudad, amigos, familia. Y llevar cuatro o cinco fotos nos abre un canal de socialización allá donde las diferencias culturales tienden a aislarnos.
  • Garantías. Si llevamos algún equipo fotográfico al que aún lo cubre la garantía, es bueno llevarla, porque si hay algun problema con suerte se encuentra un service oficial y nos ahorramos un gasto. Todos los equipos nuevos vienen con un número único con el que registramos el producto al enviarlo a la compania productora. Si nos roban el equipo y la policía lo recupera, este registro es la prueba de que el equipo es nuestro.
  • Manuales. Si hay algun elemento del equipo que aún no sabemos manejar a la perfección es buena idea llevar el manual de instrucciones. Es fácil olvidar lo que en momentos de uso frecuente parece ser un hábito adquirido.
  • Comprobantes de expensas médicas. Si tenemos un seguro médico tendremos que guardar las facturas de los gastos médicos que queramos recuperar una vez que hayamos regresado a casa.
  • Facturas. Muchos países devuelven el IVA de los gastos efectuados durante nuestra estadía. En muchos aeropuertos existen oficinas dedicadas a esto, en donde debemos presentar todas las facturas, sin importar su monto. En cada país nuestro derechos varían, pero si compramos algo caro no está demás gaurdar la factura sobretodo si saldremos de ese país por avión.
  • Dinero. La manera más fácil de llevar dinero es comprando Cheques de Viajero. Uno cambia el efectivo por los cheques en su ciudad, y recupera el efectivo al cambiar los cheques en el viaje. Conviene llevar cheques en dólares, son los más aceptados. Al cambiarlos, nos darán siempre moneda local, y nos descontarán un 1 o 2 % de comisión. Si los cheques son American Express, por ejemplo, se pueden cambiar en las casas de esa cadena sin abono de comisión. No importa si perdemos los cheques o si nos los roban, porque nadie puede cobrarlos. El cajero solo entrega efectivo contra firma y exhibición de pasaporte del titular. Vayamos adonde vayamos, es el sistema ideal, porque hasta en los lugares más aislados del mundo siempre hay algun pueblo de mediano tamanio con un banco que acepte cheques de viajero, desde el Altiplano Boliviano hasta Mongolia. El arte está en sabe cambiar la cantidad que necesitaremos sin quedarse cortos ni pasarse, pero eso se aprende pronto. Es importane llevar siempre los comprobantes de compra de los cheques, en un lugar distinto de aquel en que llevamos los cheques mismos. Si nos roban, estos papeles nos van a ayudar. Por último es una buena idea autoenviarnos un mail con los números de los cheques que tenemos y de los que vamos gastando, para saber cuales podemos reclamar en caso de robo. La mejor manera de llevar el dinero es un bolsillo interno, estos se ajustan con un elástico y se llevan por debajo de la ropa, a la altura del cinturón (más abajo).
  • Anotaciones.- Muchos viajeros llevan un diario de viaje. Otros no, poseen memoria fotográfica y no los necesitan. Esto forma parte de un estilo personal y cada uno encuentra su punto con el tiempo. Aparte de esto, hay un par de cosas que son oportunas de anotar. Los que lleven cámara digital, harán bien en anotar a qué diablos le están sacando, ya que de regreso en casa, todas las iglesias del noroeste son parecidas....
  • Fotos para visas. Si vamos a recorrer un continente y sabemos que precisaremos visas, nos conviene llevar de antemano las fotos que vayamos a necesitar. Nos evitamos andar buscando un laboratorio fotográfico en la frontera entre Tanzania y Kenia. Llevar algunas de más no está demás. Siempre aparece el trámite extra.
  • Credenciales. Los colegas de algunos clubes de autostop rusos aconsejan producir un documento de aspecto oficial que declare que nuestro viaje es un proyecto universitario, científico, periodístico, etc (según el gusto). Esto puede ser útil para burlar burocracias ridículas de funcionarios inflexibles pero crédulos. En la película “Diarios de Motocicleta”, que cuenta el viaje en moto del Che y su amigo Granado, podemos ver como los personajes hacen arreglar su moto gratis en un taller dejando ver al sorprendido mecánico del pueblo de Temuco, Chile, un recorte de un diario local que los declaraba a ellos como genios de la medicina.... (que por supuesto no eran).
  • Mapas. Lo ideal es tener un mapa detallado de la región por la que se viaja. Es verdad que cuando uno comienza a viajar tiende a no llevar mapa alguno o bien llevar uno bien general. Algunos incluso continúan con esta costumbre indefinidamente. La verdad es que un mapa detallado nos permite conocer más el terreno y tener más opciones. Muchas veces los lugarenios nombran sitios al viajero que este no conoce porque son pueblos o parajes que no figuran en un mapa general del país. Otras veces nos haremos la ilusión de haber llegado a un sitio aisado que no figura en el mapa solamente porque tenemos un mapa malo. Por eso lo ideal es tener mapas de cada provincia. Una buena opción son los Atlas de Rutas de Firestone , que incluyen mapas de todos los países limítrofes, y cuesta unos $20 en librerías y kioskos. Los mapas ruteros de la Argentina son útiles como orientación general, pero omitirán la mayoría de los parajes pequenios que son los que pueden salvarnos la vida en algunos casos. La exactitud de un mapa se mide por su escala: un mapa general de la Argentina tendrá seguramente una escala de 1:1.000.000. A medida que la cifra decrece, crece el detalle del mapa. Los mapas menores a 1:50.000 se consideran cartas geográficas. Algunas de ellas son cartas topográficas, es decir que muestran el relieve del terreno con lineas de demarcación de altura y otras características como bosques, arroyos, etc. Toda la Rep. Argentina se encuentra dividida en cuadrículas a cada una de las cuales les corresponde un carta del Instituto Geográfico Militar, tambien llamadas cartas de Fuerza Aérea. Estas no estan a la venta en originales, pero en Buenos Aires se consiguen, del mismo Instituto, fotocopias de los pliegos, que cuestan unos $40 cada una.
  • Guías de viaje: Son libros en los que se encuentra toda la información necesaria para viajar en determinado país. Desde costumbres típicas hasta los precios de los campings, horarios de trenes y buses, precio de museos, senderos de trekking, etc Hay varias opiniones al respecto. Algunos prefieren no llevar guía alguna y preguntar a la gente local. La mejor opción nos parece llevar una guía, leerla incluso antes de viajar, y complementar ese saber previo con la sabiduría local. Guías recomendadas son: Lonely Planet, Rough Guide, Let’s Go, Bradt, Footprint, etc. La mayoría vienen en inglés, aunque se las consigue en espaniol en grandes librerías. Una opción piola es ir comprando las guías a los viajeros que nos vamos encontrando en el viaje y que regresan de aquellos países a los que nosotros estamos viajando. Esta es una constumbre muy común en Europa y Asia, y en muchas grandes ciudades se consiguen en tiendas de segunda mano a las que los mochileros las venden por monedas culminado su viaje.

De Emergencia

No pongo bajo este título sólo lo que usaremos en una urgencia, sino a aquellos elementos que usaremos una sola vez en el viaje o ante circunstancias poco usuales.

  • Botiquín – El botiquín podemos dividirlo en dos estilos: para el viajero urbano y para el viajero agreste. El viajero urbano es el que piensa hacer su viaje de ciudad en ciudad, sin parar lejos de la civilización. En ese caso, el botiquín es mínimo, apenas bayaspirina, pastilla de carbón y laxante. Esas son las cosas más comunes, para casos más serios podemos recurrir a una farmacia si hace falta o a un hospital. Para el otro caso, que se encontrará un poco más lejos del auxilio necesario, hay que pensar en que todo lo que podamos hacer nosotros será lo mínimo indispensable hasta poder conseguir ayuda médica. Por ello no tiene sentido llevar cosas demasiado sofisticadas. Una buena guía, para mí, es: aspirinas, pastillas de carbón, laxante, pervinox o merthiolate, curitas, gasas, cinta adhesiva sanitaria, crema para las quemaduras y un par de guantes descartables. Cualquier cosa que exceda estos requerimientos es algo que tenemos que tratar en un dispensario o enfermería. Para detalles de un botiquín ver sección SALUD.
  • Pilotín y cubre mochila – Su prescindencia es discutible de acuerdo al lugar que vayamos. Su uso es similar al del botiquín, podemos arrastrarlo un viaje entero y no usarlo nunca... o nos puede agarrar el diluvio y nos vamos a morir de la bronca. La improvisación nos puede dar un pilotín hecho de bolsas de consorcio. Si vamos a comprar, compremos el más barato, berreta y liviano, de plástico finito, nunca el de goma, que es muy pesado y abultado. El cubre mochila tiene el mismo uso y es más importante cuanto menos impermeable sea la mochila o si llevamos cosas fuera que no queramos que se mojen (como bolsa de dormir o colchoncito).
  • Elementos de costura – Sólo el mínimo indispensable para solucionar pequeñas cosas. Y no olvidarse, si llevamos carpa, de llevar una retazo pequeño de tela similar. Algo de silver tape viene bien, se le puede dar múltiples usos para reparaciones. Para evitar ampollas y callosidades es útil la cinta adhesiva cuando el calzado no es cómodo. También sirve llevar una vela como elemento grasoso para frotar por donde se filtre agua en la carpa.
  • Teléfono celular – Esto depende de la filosofía de cada uno. Hay quienes lo consideran una aberración por la idea de aislarse un poco del mundo en el viaje. Pero, si no es uno de esos ladrillos de los años noventa y si el cargador es sólo un cable con un transformador, puede ser conveniente. Quien más quien menos, todos podemos tener una emergencia donde no tenemos nada excepto una débil señal de celular, y eso nos puede salvar de una situación desagradable. Por otro lado, también algunos más que otros, todos tenemos madres (unas más pesadas que otras) y llevar el celular, con la consiguiente mentira de que hay señal en todo el país (que no es tan mentira) las dejará tranquilas, y de acuerdo al plan de pago que tengamos, puede ser mucho más barato que llamar desde los locutorios. Por supuesto que todo esto apunta a los que ya tienen celular, no a conseguirse un celular para el viaje.
  • Aerosol de defensa. – No es mala idea llevar uno de estos por si nos toca estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Negativas

  • Hacha o machete – Raramente tengamos la necesidad de cortar una rama o árbol tan grueso que no podamos hacerlo con la mano. Su uso es muy infrecuente y su peso y dimensiones molesto. Hay ciertas hachas que vienen en una sola pieza con pala y piqueta de chapa, por lo que son más livianas. Puede valer la pena para quienes tengan físico tipo “el hombre de las nieves”, en todo caso, no hagan dedo con ella en la mano.
  • Pala – Su uso se limita a cavar la zanja alrededor de la carpa, cosa que podemos hacer con la mano, aflojando la tierra con las estacas.
  • Colchón inflable – los colchones inflables que hay en el marcado son muy pesados y están diseñados más bien para llevar en el baúl del coche y no en la mochila. El único diseño visto que fuera muy liviano valía 90 dólares (en Estados Unidos) y no se vende acá en el país. El colchoncito tipo pileta no sirve, es muy frágil, está hecho para la pileta, donde el peso del cuerpo hunde el colchón en el agua, no para aplastarlo contra el piso.
  • Velas – hay quienes las usan, no las aconsejamos por el peligro latente (que ha sucedido) de quemar la carpa u otros elementos. Si queremos iluminar de noche, mejor una linterna.

Consideraciones finales

Estos son algunos conceptos que nos dan pautas generales sobre la mochila.

Si armamos una mochila para tres semanas, nos sirve para cuatro meses.

Esto quiere decir que planeando para cierto tiempo, esa misma mochila nos sirve para lapsos mucho más prolongados.

Cuando metas algo en la mochila, pensá cuántas veces a la semana vas a usarlo. Si creés que será menos de una vez por semana, no lo metas.

Todo lo que metamos en la mochila pesa y hace bulto. Excepto las cosas de emergencia, las cosas se miden por su utilidad. Por ejemplo, si en la vida hemos pescado, no llevemos la súper caña de pescar porque la vamos a usar tan poco que finalmente va a ser un estorbo; llevémonos, a lo sumo, un pedazo de tanza y dos anzuelos.


Alguna experiencia

Esperamos que esto sirva para una guía. Recuerden que todo es adaptable. Todos los mochileros que deambulamos por este sitio con cierto grado de experiencia hicimos nuestro primer viaje con lo mínimo y en las formas más notables. La mochila es algo personal, y para darle un toque anecdótico, relataremos una vieja anécdota.

Allá por el 96, cuando aún era raro ver gente paseando con la casa arriba de una bicicleta, tres amigos se fueron por primera vez al sur para unir Bariloche con San Martín de los Andes. De los tres, uno se prendió a cuatro días de salir y sin bicicleta. Recibió una bicicleta usada y hecha bolsa. De los tres, ninguno tenía alforjas propias, dos tenían prestadas y el tercero armó dos alforjas con dos mochilas idénticas a las que les metió perchas dobladas convenientemente y cuyos ganchos asomaban por agujeros en la parte de arriba de la mochila. Uno de los tres no tenía bolsa y fue con unas frazadas, nada más (la última noche se murió de frío). El calentador era prestado y la carpa que llevaron era canadiense. Se fueron de viaje igual y la pasaron bárbaro Hoy es uno de los mejores recuerdos que se desparraman al pasar de un juego de naipes y unas botellas de cerveza.

Al otro año uno de los tres se quedó sin bolsa unos días antes del viaje. El muy bestia lavó la frazada del perro (¡del perro, por Dios! Que encima estaba agujereada y no alcanzaba a taparle los pies) y se la llevó sin considerar que el año anterior había sido un verano excepcionalmente cálido en el sur. No se imaginan lo gracioso que era verlo a las ocho de la mañana levantándose para reencender el fogón porque se moría de frío...

Esperamos que haya sido entretenido y que sirva para delinear una guía de los diez mil disparates que pueden llegar a entrar en una mochila.