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¿Dónde hacemos dedo?
 
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Normalmente hacemos dedo a la salida del pueblo o ciudad del que queremos salir. Esto significa que buscamos el lugar en que claramente la ciudad termina y empieza la ruta abierta. Esto parece sencillo y en los pueblos es muy simple porque después de la última casa hay un alambrado y un montón de vaquitas cortando el césped, pero las ciudades plantean panoramas más complejos, ya que sus salidas son generalmente difusas. ¿qué significa esto? Que la ciudad no termina nunca, y va desapareciendo muy gradualmente, pasando por zonas suburbanas, áreas industriales, etc, etc. Factor Miedo debería obligar a sus participantes a salir de Buenos Aires a dedo caminando, pasando por Florencio Varela, hasta llegar a la ruta 2.… En todo caso hay que llegar al extremo de la ciudad.
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Normalmente hacemos dedo a la salida del pueblo o ciudad del que queremos salir. Esto significa que buscamos el lugar en que claramente la ciudad termina y empieza la ruta abierta. Esto parece sencillo y en los pueblos es muy simple porque después de la última casa hay un alambrado y un montón de vaquitas cortando el césped, pero las ciudades plantean panoramas más complejos, ya que sus salidas son generalmente difusas. ¿qué significa esto? Que la ciudad no termina nunca, y va desapareciendo muy gradualmente, pasando por zonas suburbanas, áreas industriales, etc, etc. Factor Miedo debería obligar a sus participantes a salir de [[Buenos Aires]] a dedo caminando, pasando por Florencio Varela, hasta llegar a la ruta 2.… En todo caso hay que llegar al extremo de la ciudad.
  
 
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*'''Aviones''': Todo lo que se mueve es capaz de detenerse, eso debería ser nuestra máxima. Igual que con los barcos y trenes, todo depende de nuestra diplomacia. Hay que estar atentos a los aeródromos al costado de la ruta, aviones fumigadores, dirigibles publicitarios, helicópteros, globos aerostáticos, si pasa Leonardo da Vinci en el tornillo alado que inventó también vale, etc. Lograr que un avión nos lleve es más posible cuando menos occidental es el país donde estamos. Digamos que en Europa o Estados Unidos la vida de las personas está sujeta a un montón de reglas que rara vez se cuestionan. La Big Mac lleva mayonesa y aunque les ruegues no te la van a dar sin mayonesa por la sencilla razón de que la Big Mac lleva mayonesa. Ni hablar de subirse a un avión sin boleto. Claro que no hablamos de aviones de pasajeros. Nos referimos a aviones militares, aviones de ayuda humanitaria, de la ONU, la UNESCO, Cruz Roja y ese tipo de organizaciones. Y siempre que hablamos de estas empresas increíbles terminamos hablando de rusos, los Fateev, una pareja de rusos que viaja alrededor del mundo a dedo desde hace tres años, volaron de Cabo Verde a Brasil en un avión de la ONU, para dar un ejemplo. Y más cerca nuestro, una de las personas que se acercó al Encuentro de Mochilero de Tandil, Gerónimo, hoy un hombre de 62 años, recordaba cómo cuando en los 70s viajaba por Latinoamérica, el conductor de un auto que lo llevó en Perú era comandante de la fuerza aérea y lo subió a un avión que lo dejó en Colombia.
 
*'''Aviones''': Todo lo que se mueve es capaz de detenerse, eso debería ser nuestra máxima. Igual que con los barcos y trenes, todo depende de nuestra diplomacia. Hay que estar atentos a los aeródromos al costado de la ruta, aviones fumigadores, dirigibles publicitarios, helicópteros, globos aerostáticos, si pasa Leonardo da Vinci en el tornillo alado que inventó también vale, etc. Lograr que un avión nos lleve es más posible cuando menos occidental es el país donde estamos. Digamos que en Europa o Estados Unidos la vida de las personas está sujeta a un montón de reglas que rara vez se cuestionan. La Big Mac lleva mayonesa y aunque les ruegues no te la van a dar sin mayonesa por la sencilla razón de que la Big Mac lleva mayonesa. Ni hablar de subirse a un avión sin boleto. Claro que no hablamos de aviones de pasajeros. Nos referimos a aviones militares, aviones de ayuda humanitaria, de la ONU, la UNESCO, Cruz Roja y ese tipo de organizaciones. Y siempre que hablamos de estas empresas increíbles terminamos hablando de rusos, los Fateev, una pareja de rusos que viaja alrededor del mundo a dedo desde hace tres años, volaron de Cabo Verde a Brasil en un avión de la ONU, para dar un ejemplo. Y más cerca nuestro, una de las personas que se acercó al Encuentro de Mochilero de Tandil, Gerónimo, hoy un hombre de 62 años, recordaba cómo cuando en los 70s viajaba por Latinoamérica, el conductor de un auto que lo llevó en Perú era comandante de la fuerza aérea y lo subió a un avión que lo dejó en Colombia.
  
Una opción es AirHitch, una empresa Americana que ofrece un particular sistema para viajar barato por avión. Desde ya que ya nos fuimos de tema, estamos pagando… Pero es una buena opción cuando queremos cruzar el océano rápidamente. Uno paga una especie de inscripción de 10 dólares o algo así, selecciona el destino y queda en lista de espera. Un buen día te llaman a tu casa y te dicen: hay un lugar para el vuelo de mañana a las 10 de la mañana, y el pasaje (supongamos New York - París) sale 200 dólares. Manejan realmente precios muy buenos, pero hay que tener mucha flexibilidad con respecto a la fecha de salida, tenés que tener la mochila armada por un mes…Esto nos sirve sólo si pensamos viajar desde Estados Unidos. Lo que esta gente hace es muy simple. Hacen como intermediarios en la venta de los pasajes de banda negativa.
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Una opción es AirHitch, una empresa Americana que ofrece un particular sistema para viajar barato por avión. Desde ya que ya nos fuimos de tema, estamos pagando… Pero es una buena opción cuando queremos cruzar el océano rápidamente. Uno paga una especie de inscripción de 10 dólares o algo así, selecciona el destino y queda en lista de espera. Un buen día te llaman a tu casa y te dicen: hay un lugar para el vuelo de mañana a las 10 de la mañana, y el pasaje (supongamos New York - París) sale 200 dólares. Manejan realmente precios muy buenos, pero hay que tener mucha flexibilidad con respecto a la fecha de salida, tenés que tener la mochila armada por un mes…Esto nos sirve sólo si pensamos viajar desde [[Estados Unidos]]. Lo que esta gente hace es muy simple. Hacen como intermediarios en la venta de los pasajes de banda negativa.
  
 
Banda Negativa:  cuando un avión está saliendo con pocos pasajeros o hubo cancelaciones, estos pasajes se pueden comprar directamente en los aeropuertos a muy bajo costo. Claro que hay que estar varios días en el aeropuerto hasta tener suerte. No es un sistema muy seguro, es decir, no es seguro que tengamos suerte. Quien tenga experiencia en esto está invitado a contarnos como funciona el tema.
 
Banda Negativa:  cuando un avión está saliendo con pocos pasajeros o hubo cancelaciones, estos pasajes se pueden comprar directamente en los aeropuertos a muy bajo costo. Claro que hay que estar varios días en el aeropuerto hasta tener suerte. No es un sistema muy seguro, es decir, no es seguro que tengamos suerte. Quien tenga experiencia en esto está invitado a contarnos como funciona el tema.
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==Recursos en la red==
 
==Recursos en la red==
  
*Rideboards: en algunas paginas extranjeras como la del Club de Autostop de Vilnius podemos encontrarnos con un listado de gente que hace determinado trayecto en una cierta fecha, con la que nos podemos contactar para que nos lleve sin cargo. También figura la cantidad de asientos libres que tiene el auto.
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*Rideboards: en algunas paginas extranjeras como la del Club de Autostop de [[Vilnius]] podemos encontrarnos con un listado de gente que hace determinado trayecto en una cierta fecha, con la que nos podemos contactar para que nos lleve sin cargo. También figura la cantidad de asientos libres que tiene el auto.
*Autostop prearreglado: también conocido internacionalmente como “car sharing” en ingles o “mitfahrzentralle” en alemán. Son agencies (que también tienen sus páginas web) que ponen en contacto a conductores y mochileros. Estos pagan una parte del combustible, que siempre es menor al boleto de tren. Puede ser de ayuda cuando tenemos algun apuro y queremos ir, digamos, de Berlín a Estambul….y tenemos tres días y no una semana. De otra manera es una perdida de tiempo, plata, y experiencias.
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*Autostop prearreglado: también conocido internacionalmente como “car sharing” en ingles o “mitfahrzentralle” en alemán. Son agencies (que también tienen sus páginas web) que ponen en contacto a conductores y mochileros. Estos pagan una parte del combustible, que siempre es menor al boleto de tren. Puede ser de ayuda cuando tenemos algun apuro y queremos ir, digamos, de [[Berlín]] a [[Estambul]]….y tenemos tres días y no una semana. De otra manera es una perdida de tiempo, plata, y experiencias.
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[[fr:Autostop]]
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[[en:Hitchhiking]]

Revisión del 16:41 20 jun 2008

Consejos para hacer dedo (y no terminar fundando un pueblo en la banquina…)

Introducción

No hay sitio al que no se pueda llegar o del que no se pueda salir a dedo, por más inaccesible que este parezca (tal vez con excepción de las bases antárticas) Sabiendo esto, sabemos que lo peor que puede depararnos cualquier punto del mapa es una demora. Será un minuto, una hora o un par de días . Dependerá de nuestra experiencia y de la dificultad de la situación. Si viajamos sin apuro, condición especial para que un viaje a dedo sea una experiencia placentera, incluso las largas esperas -y sobretodo estas- son recordadas como anécdotas .

Si bien hay una dosis de azar en todo esto, hay una gran parte de psicología, lógica, y de saber cómo se mueve el transporte en la zona por dónde andamos (dinámica). El golpe de suerte viene a coronar el esfuerzo, la paciencia y esas virtudes de abuelo ejemplar. Por eso hay innumerables ajustes que podemos hacer para reducir nuestro tiempo de espera en un banquina. Cada lugar del que salimos plantea una situación a resolver. Si nos descuidamos podemos estar tres horas esperando sin advertir que teníamos una estación de servicio a cien metros… Por eso aquí van algunas líneas generales, tendencias e ideas.

Planeando el viaje

Todo viaje comienza cuando nos inclinamos sobre un mapa y empezamos a viajar con la imaginación y con el dedo índice, manoseando al pobre mapa que de poco nos servirá luego… En esta etapa de teoría las cosas pueden parecer más fácil o más difíciles de lo que en realidad son, según lo que sepamos del lugar al que vamos. Que después no sigamos ni de rebote la ruta elegida no quiere decir que no haya un par de cosas a tener en cuenta en nuestro plan.

Los riesgos del camino más corto

A veces tendemos a elegir el camino más corto sin reparar en las rutas que estamos seleccionando y los pueblos por los que pensamos pasar (y de los que tendremos que salir). Pero el camino más corto implica aveces atravesar grandes ciudades. Esto no es un detalle, ya que atravesar estas ciudades puede demorarnos mucho más de lo que nos llevaría tomar otras rutas alternativas que son más largas en el mapa. Normalmente esquivamos las grandes ciudades o las bordeamos cuando tienen circunvalaciones. (ver sección “tomando la posición“). Esto no quiere decir que todas las grandes ciudades sean infranqueables. Cada una de ellas es distinta y la única manera de saber cual merece ser esquivada es por experiencia directa. Ciudades capitales como Buenos Aires deben ser esquivadas a toda costa salvo que queramos quedarnos allí. Además usualmente los caminos alternativos a las grandes ciudades suelen ser de mayor valor paisajístico. Tal vez se pueda hacer una excepción para las ciudades europeas cuyas autopistas y circunvalaciones están bien organizadas y con estaciones de servicio en abundancia. Otras veces pasa lo contrario: el camino más corto pasa por pueblos demasiado pequeños sin tránsito o incluye caminos de tierra en los que tendremos que esperar largo rato. En resumen hay que ir evitando los extremos de caer en parajes despoblados o rutas que los conductores no toman por estar en mal estado y tener que atravesar metrópolis en las que tendremos que caminar 10 kms para llegar a la otra punta.

¿Cuántos kilómetros podemos avanzar por día?

El promedio varía según la zona, pero sobretodo según el tiempo que estemos dispuestos a estar en la ruta. Para sacar el máximo provecho de un día debemos salir a la ruta con las primeras luces del día y descansar solo cuando ha llegado la noche o incluso seguir viajando durante la noche si la ruta lo permite. Claro, esto no tiene mucho sentido si no tenemos apuro. Pero supongamos que queremos ir al norte, tenemos solo quince días y no tenemos intenciones perder la mitad de ese tiempo atravesando Cordoba y Santiago del Estero. Entonces tendremos que aprovechar todo el día desde el alba hasta la noche inclusive.

Viajar de noche

Normalmente no hay necesidad de andar tan a las apuradas, pero si se diera el caso es perfectamente posible seguir viajando durante la noche, aunque hay un tabú al respecto. Se han hecho varios viajes experimentales en diversos países europeos que arrojaron el sorprendente resultado de que se avanza tantos kilómetros como de día. Incluso se llegó a la conclusión de que muchos conductores que hacen largas distancias prefieren viajar de noche para evitar congestionamientos de tránsito, lo que ayuda al mochilero porque se evita el tráfico local, eso de ir avanzando de a 10 kms. Cabe aclarar que las rutas europeas tienen más secciones iluminadas que las nuestras, la seguridad es mayor y hay más estaciones de servicio en las que ir escalando. (esta última es la principal táctica para avanzar de noche). Algunos clubes de mochileros europeos tienen sus propios trajes de viaje, de color amarillo fosforescente que los hace visibles. Hay un sistema recomendado: con una linterna hacer señales intermitentes al auto ni bien es divisado, y al acercarse alumbrar nuestra mano haciendo dedo. El traje se parece bastante al usado por los trabajadores de las centrales nucleares, y en nuestro país sería confundido con el de los basureros. Se pueden ver fotos en la página del Club de Autostop de Vilnius.

Estimativamente podemos calcular unos 400-500 kms por día dependiendo de nuestra habilidad y de la zona. En el norte las carreteras están en mal estado y tienen gran cantidad de curvas y caminos de cornisa, por lo que aunque nos lleve todo el mundo difícilmente hagamos un record de kilometraje precisamente allí. Si tenemos varios días de viaje es muy probable que en determinado momento encontremos un camión que este cubriendo largas distancias y eso nos de un buen empujón.


¿Cuántos kilómetros nos puede llevar un vehículo?

Esto también hay que tenerlo en cuenta al momento de elegir la ruta a seguir. Aunque las autopistas no son el lugar ideal para una pacífica sesión de autostop y meditación hay que admitir que los autos que la transitan hacen tramos más largos. Las personas que hacen grandes distancias toman casi siempre las autopistas, siendo improbable que se detengan en los pequeños pueblos intermedios . Cuanto menor es la ruta, sus autos harán tramos más pequeños. En las autopistas además los autos viajan a mayor velocidad. En las autobahn (así se conoce a las autopistas en Alemania) no hay límite de velocidad por ejemplo. En Argentina o en países con pocas autopistas esto nos tiene sin cuidado, pero si cruzamos el charco nos encontramos que adonde queremos ir hay casi siempre dos opciones: ruta nacional y autopista. Entonces hay que elegir. Si vamos cerca nos conviene optar por la paz y los paisajes de las rutas menores, pero si queremos ir de una punta a otra de Italia, por poner cualquier ejemplo, entonces nos conviene agarrar la autopista, donde es probable que encontremos autos que hagan ese mismo recorrido.

Comportamiento de los conductores según el tipo de ruta

Las rutas tienen distintos comportamientos según sean rutas nacionales, autopistas o caminos vecinales sin pavimentar. Por eso conviene saber, a grandes rasgos, qué esperar de ellas. Vamos a hacernos los científicos y tirar un principio:

A mayor tránsito menor tiempo de espera: básicamente, al hacer dedo, estamos seleccionando personas, en el sentido en que buscamos a ese determinado porcentaje de personas que se detendría para llevarnos. Necesitamos encontrar en el montón de conductores a aquellos que viajaron alguna vez a dedo, a los trabajadores rurales que están acostumbrados a llevar gente o a aquellos que simplemente quieren hacer la buena acción del día. Cuantos más autos pasen, más posibilidades tenemos de encontrar a nuestro héroe …

Limitaciones: hay limitaciones a esta regla.

  • a las salidas de las grandes ciudades los tiempos de espera tienden a aumentar. Esto porque se crea un reflejo de “salir de” en los conductores, una inercia a salir de allí de una buena vez por todas.
  • en autopistas con demasiado tránsito la poca distancia entre auto y auto dificulta cualquier maniobra.
  • la ausencia de banquinas dificulta la detención por más buena voluntad que haya.


¿Qué pasa con los caminos de tierra y ripio?

En los caminos de tierra e incluso en algunas rutas pavimentadas secundarias, lo que probablemente encontraremos será que hay muy poco tránsito, pero hay muchas posibilidades que el que pase frene. Los mismos conductores que no se detienen a la salida de una gran ciudad se detienen en cruces alejados, porque les inspiran más seguridad y muchas veces creen que somos estudiantes que volvemos a nuestro pueblo. El tema es que tal vez tendremos que esperar media hora para que pase el primer auto. El poco tránsito se compensa con la buena voluntad de la gente de las zonas rurales, y podemos esperar sin ser utópicos que el primer auto que pase nos lleve, sobre todo en accesos a pueblos. De todas maneras, salvo que lo hagamos por placer, no conviene seleccionar caminos sin pavimentar para un destino que esta lejos, habiendo rutas asfaltadas como opción.

Cantidad de viajeros

En general, una mujer viaja más rápido que un hombre. Dos mujeres viajan más rápido que una pareja y una pareja más rápido que dos hombres. Estos datos se vieron corroborados en la 1º Competencia de Autostop Pueblo Tomado 2002 (Mar del Plata - Orense) donde llegaron exactamente en orden primero los equipos de mujeres, después las parejas y por último los equipos de hombres, con una diferencia de seis horas entre el primero y el ultimo…

Trucos: la mala gente hace lo siguiente: cuando viajan con una chica dejan a la chica haciendo dedo y se esconden para aparecer tipo kinder sorpresa cuando el baboso camionero ya frenó por completo el Scania H113. El pobre tipo dijo esta es la mía y nosotros aparecemos alegremente… Creo que no tiene mucho sentido porque una pareja no tardará igualmente demasiado en conseguir viaje.

Viajar de a tres: parece muy difícil, pero el problema se soluciona dividiéndose en 2 + 1, y guardando una buena distancia Cuando alguien alza a los dos primeros, estos le preguntan al conductor si puede llevar al tercero. El coche puede no tener espacio para tres o no tener ganas de llevar a tres, por lo que es aconsejable prearreglar un punto de encuentro. Si nuestro destino final está a 1000 kms, fijar un punto máximo de avance para ese día, por ejemplo 300 kms, de manera que el primer equipo que llega allí espera a que el otro llegue antes de reanudar viaje. Seguramente el duo y el restante seguirán viajando separadamente, pasándose los unos a los otros y saludándose desde ventanillas o banquinas., hasta llegar a destino.

Seguridad

Hay quienes recomiendan a las mujeres no viajar solas de mochileras porque corren mayor riesgo. Sería una estupidez negar que el riesgo esta, pero en países como Argentina se corren riesgos en todo momento. El riesgo que corren las personas que hacen dedo no es mayor del que corren las personas que viven en las grandes ciudades, saliendo de sus trabajos por la noche, atravesando a pie o en auto zonas mucho más peligrosas que cualquier ruta. No hay ningún fundamento para hacer de la ruta un lugar tabú, peligroso. El famoso crimen de las mochileras, que tanta repercusión tuvo por los medios, demuestra precisamente que esa es la excepción y no la regla, ya que por cada crimen que tiene lugar en la ruta y que involucra a un mochilero hay 50 crímenes en las ciudades, desde accidentes de tránsito, asaltos, secuestros, asesinatos, personas arrojadas a las vías de los trenes por un cartera con 10 pesos. De esta manera la estadística nos autoriza para afirmar que seguir una rutina en una gran ciudad es algo mucho más peligroso que salir a la ruta a hacer dedo. Igualmente, la precaución nunca está demás. Al hacer dedo tenemos siempre la posibilidad de rechazar un tramo, ya sea porque no nos gustó la cara del conductor o porque tenemos alguna sospecha de algo. Insistimos en que estamos todos sumisos en una paranoia producida por demasiadas películas norteamericanas, pero bueno, convengamos en recomendar que las chicas, de ser posible, viajen de a dos o con un hombre.

Aspecto personal

Nos guste o no, los conductores tienen prejuicios (como cualquier persona) y en particular prejuicios sobre los mochileros. Está en nosotros priorizar avanzar rápido o tomar la cosa como un duelo de principios. Si lo que queremos es avanzar, sobretodo en países con alto nivel de prejuicio como Argentina, debemos salir más o menos prolijos a la ruta. Los colores claros son psicológicamente más persuasivos en estos casos.. Los lentes pueden ayudar si son de lectura, o perjudicar si son de sol (los conductores miran a los ojos). Leer un libro puede ayudar (razonamiento: libro -> estudiante -> no chorro) al igual que tocar la guitarra. Tomar mate dicen algunos que también es un buen chantaje emocional. Tener a la vista una cámara de fotos indica que somos turistas y también nos juega a favor. (hay que tener cuidado, esto no es recomendable en zonas pobres o de alta concentración urbana). Hay quienes sostienen que hacer dedo con algunos objetos en particular ayuda a viajar muy rápidamente, y recomiendan salir a la ruta con violines por ejemplo. Otros alegan que hacer dedo con tablas de surf o snowboard da excelente resultado. En todos los casos, tiene algún sentido si verdaderamente somos violinistas y llevamos nuestro violín como equipaje, o vamos a correr olas. Ahora, ¿qué sentido tiene fingir que lo somos? Lograr que un auto se detenga no es una empresa tan difícil como para justificar la utilización de semejante maquillaje. ¿Qué vamos a hacer cuando el primer conductor que se detenga nos pida que toquemos algo con el violín? Famoso es el caso de un actor de TV norteamericano que dio la vuelta a Irlanda a dedo con una heladera, sacándose fotos con los desconcertados conductores intentando cargar el freezer en los baúles de sus coches. Luego sacó un libro “Around Ireland with a fridge” que sólo fue editado en ingles.

La mochila

Tiene que estar a la vista. Para muchos conductores es sinónimo de que somos viajeros. Si andamos sin equipaje o ponemos las mochilas dentro de una garita (y cuando llueve no queda otra) la gente desconfía más. Si viajamos de a dos poner las mochilas una detrás de la otra, de manera que el conductor vea sólo una. A nadie le gusta cargar demasiado equipaje.

La actitud

Los autos se detienen con la vista más que con el pulgar. Cuando recién empezamos parece que es todo lo mismo pero creo que con el tiempo uno se da cuenta que podemos causar un cambio, un efecto concreto con la mirada, con la sonrisa, e incluso gestualmente. Regla número uno: sonreír y mirar a los conductores a través del parabrisas. La parte gestual es importante. Hay estudios en psicología cognitiva que prueban que nuestra mente procesa más datos inconscientemente de los que la conciencia maneja. Por lo tanto todo el cuadro, nosotros, nuestra sonrisa, hasta si el día esta soleado o no son variables que están siendo procesadas por la mente de nuestro heroe que viene tranquilamente avanzando por la ruta jugando con el osito con la camiseta de River que cuelga del espejito. Y de todas esas variables saldrá la decisión de detenerse, y no de una meditación conciente del tipo ¿freno o no freno? De esta manera la diferencia la hacen cosas mínimas, como tener las mochilas a la vista, o lo que se dice poner el cuerpo. ¿Qué es poner el cuerpo? Aveces estamos haciendo dedo pero nuestra mente está en otra, no transmitimos nada, los autos pasan como si nada y de golpe nos damos cuenta y empezamos a hacer dedo con todo el cuerpo, con la mirada, etc, y ahi es cuando salimos. Una pareja puede recurrir al chantaje emocional y hacer dedo dados de la mano, abrazados o incluso ponerse a bailar (juro que resulta).

Los carteles

El otro gran mito: que siempre hay que llevar carteles. En realidad tienen sentido cuando nuestro destino está bien cerca, 4, 5, o 10 kms y corremos el riesgo de que el conductor no se detenga por pensar que nosotros vamos más lejos mientras ellos van sólo hasta allí. Por ejemplo cuando tenemos que caminar 2 o 3 kms para alcanzar un cruce y tomar cierta ruta. Entonces podemos hacer un cartel que diga “Al Cruce”. Si en cambio nuestro destino está a 100 kms un cartel con el nombre de ese lugar puede hacer que los conductores que sólo hagan la mitad de ese recorrido desistan de frenar. El cartel también es útil en salidas difusas, como zonas urbanas , o cuando estamos caminando por una ruta que a pocos kilómetros se divide en dos o tres direcciones posibles.

¿Qué escribir en en cartel?

Parece obvio que el nombre de la ciudad a donde vamos. Pero aveces hay opciones mejores. Una de ellas es escribir siempre el nombre del próximo pueblo, con lo cual evitamos el inconveniente del párrafo anterior. El único detalle es que tendremos que explicar a cada conductor que en realidad vamos más lejos. Otra buena idea es, cuando estamos haciendo un largo viaje, antes que escribir carteles individuales para cada destino podemos escribir un mensaje que explique nuestro propósito (si es que pensamos que puede conmover a alguien) El legendario viajero danés Jakob Holdt cuando recorrió Estados Unidos a dedo haciendo algunos estudios personales sobre el racismo, abandonó pronto los carteles con nombres de pueblos por esta otra táctica, y pinto una bandera que decía: “Touring USA from Denmark” (Recorriendo Estados Unidos , desde Dinamarca). Parece que le dio resultado, porque recorrió unos 200.000 kms en ese país. Aca no hay sugerencias, hay que usar la imaginación.

Tomando la posición

(Parte general: saber con qué panorama nos podemos encontrar antes de llegar a cualquier ruta)

¿Dónde hacemos dedo?

Normalmente hacemos dedo a la salida del pueblo o ciudad del que queremos salir. Esto significa que buscamos el lugar en que claramente la ciudad termina y empieza la ruta abierta. Esto parece sencillo y en los pueblos es muy simple porque después de la última casa hay un alambrado y un montón de vaquitas cortando el césped, pero las ciudades plantean panoramas más complejos, ya que sus salidas son generalmente difusas. ¿qué significa esto? Que la ciudad no termina nunca, y va desapareciendo muy gradualmente, pasando por zonas suburbanas, áreas industriales, etc, etc. Factor Miedo debería obligar a sus participantes a salir de Buenos Aires a dedo caminando, pasando por Florencio Varela, hasta llegar a la ruta 2.… En todo caso hay que llegar al extremo de la ciudad.

Excepciones:

Normalmente son avenidas las que conducen a las rutas, por lo que aún antes de cruzar el pueblo o ciudad podemos encontrarnos con estaciones de servicio o paradas de camiones que si bien no están en la ruta son rampas hacia ella. Por eso mientras vamos caminando hacia la ruta hay que estar atentos. Muchas veces no necesitaremos hacer dedo.

Posibles panoramas.

La ruta puede tener básicamente tres comportamientos al tocar un pueblo o ciudad. Esto hay que tenerlo en cuenta cuando estamos en una ciudad y queremos salir de ella y cuando vamos en un auto que nos va a dejar en determinado lugar, para ir previendo con qué nos vamos a encontrar y poder indicarle al conductor que nos deje en el mejor lugar possible. Van en orden de conveniencia para el mochilero:

  • acceso/ salida en T. La ruta puede seguir de largo dando lugar a un acceso en T. Los pueblos suelen estar a varios kilómetros de la ruta., siguiendo por ese acceso. Pasar de largo estos pueblos es lo más fácil. Simplemente hacemos dedo a la derecha del acceso (de manera de agarrar los autos que salen de allí y van en nuestra dirección)
  • ruta como calle principal. La ruta también puede dividir el pueblo en dos, convirtiéndose en su calle principal. Aca se complica un poco, porque aveces tendremos que caminar hasta el otro extremo. Esto se puede apreciar en los mapas porque el círculo que señala la ciudad está sobre la misma ruta y no a un lado. Si el pueblo es chico otra vez no hay de que preocuparse, caminamos y listo, pero a veces esto sucede con ciudades medianas como Tandil, y hay que caminar varios kilómetros hasta llegar al otro extremo.
  • salidas difusas. En ciudades grandes la ruta se diluye en millares de calles y avenidas y hay que caminar o tomar un colectivo hasta la otra punta en el peor de los casos. Si pensamos pasar una ciudad de largo pero de pronto nos encontramos en su centro es porque algo hicimos mal, tal vez no le explicamos bien al conductor que queríamos seguir de largo. ¿Qué hacemos cuando nos subimos a un auto y nos dice que va a una gran ciudad que nosotros queremos dejar en el camino? Claro que aceptamos el viaje.

Después hay que asegurarse que no nos deje en el centro de esa ciudad. Entonces podemos:

  • pedirle al conductor que nos deje en la estación de servicio immediata anterior a la ciudad en cuestión. Y desde allí buscar alguien que la pase. Las grandes ciudades son atractoras de tránsito y cuando más grande es la ciudad tanto mas dificil que un auto que frena en una estación de servicio a 10 kms de allí la pase de largo.
  • quedarnos en la circunvalación. Las grandes ciudades tienen circunvalaciones (que los alemanes llaman ring), es decir sistemas organizados de rotondas que bordean la ciudad conectando todas las rutas que entran y salen de ella. Se puede en teoría girar en círculos alrededor de las circunvalaciones. En ellas suele haber estaciones de servicio en distintos sentidos, y es la mejor opción para atravesar una gran ciudad, si no es que directamente la esquivamos.
  • Si hay buena onda los conductores suelen desviar su recorrido para dejarnos a la salida de las ciudades.

si nos dejan en el medio de una gran ciudad… O salimos caminando o hacemos city stop, en criollo hacer dedo en la ciudad. Medio complicado, pero depende de nuestra diplomacia como siempre. En estas circunstancias siempre hay que tener un mapa en la mano, de manera de parecer estar perdidos (si es que no lo estamos en serio). Entonces hay que acercarse a los conductores que estén estacionados, mirando la luna, con cara de tengo tiempo libre y quiero hacer la buena acción del día, y decir eso, que estamos medio perdidos y queremos ir a tal ruta. Muchas veces nos van a acercar. Claro que mientras debemos seguir caminando hacia allí.

¿Qué hay que tener en cuenta antes de aceptar un tramo?

Obviamente que vaya en nuestra dirección. Puede ir a otra ciudad, pero muy probablemente recorra gran parte de nuestra ruta antes de tomar un desvío y llegar allí. Por eso es importante andar con un mapa. Muchas veces, sobretodo en otros países donde no conocemos bien todos los pueblos y ciudades, rechazamos tramos que nos podrían acercar. Muchas veces los mismos conductores no conocen todas las rutas y ciudades, y nos dicen: lo siento, pero voy a tal otra parte, y ese sitio tal vez nos acerca a nuestro destino. Otras veces el auto puede ir a una ciudad que no estaba en nuestra ruta pero a pesar de ello es buen lugar desde el que hacer dedo hacia nuestro destino. Básicamente el dilema aparece cuando nos ofrecen un tramo de unos pocos kilómetros. Entonces hay que evaluar. No vale la pena si nos van a dejar en medio de la ruta donde no hay ningún pueblo o estación de servicio. Esto sucede cuando el vehículo va a un campo. Las entradas a campos no son lugares que obligen a un vehículo a reducir la velocidad y por eso no son muy convenientes si estan sólo a 10 kms de donde estamos. Conviene aceptar un tramo corto sólo si las condiciones del lugar donde nos van a dejar son tan favorables como las del point donde estamos. Aveces cualquier lugar es mejor que nuestra posición. Si estamos en el medio del distribuidor de una autopista, hasta el infierno es mejor que eso.

Dinámica del transporte

Cuando hacemos dedo en áreas muy densamente pobladas no hay de que preocuparse. La gente tiene miles de motivos para pasar por la ruta donde estamos parados. Pero si estamos en una zona con poca población, donde hay uno o dos pueblos en 100 kms a la redonda y las rutas son de tierra, como en el NOA o algunas zones de la Patagonia, entonces es una gran ventaja saber cómo es el movimiento humano en la zona. Si hay pueblos hay comercios, y los comercios son abastecidos por viajantes y camiones, por lo que hay que averiguar cuando llegan estos y a dónde van. Los escuadrones de Gendarmería también están conectados entre sí, envían vehículos a distintas zonas para hacer controles y otras tareas. Las minas son en otras regiones un motivo para el desplazamiento de camiones hacia remotas zonas como los Salares. En fin, estos son sólo ejemplos. Cuando estamos en un lugar verdaderamente remoto y no vimos pasar un vehículo en 3 horas es tiempo de preguntarnos si no nos conviene regresar al pueblo y hacer este tipo de averiguaciones.


Tomando la Posición

(parte específica: llegamos a la ruta ¿y ahora?)

Ya nos las arreglamos para llegar a la salida de la ciudad o pueblo. Ahora hay que elegir el mejor lugar para hacer dedo. Hay algunas cosas a tener en cuenta. Olvidarlas puede sumar varias horas a nuestro tiempo de viaje:

  • afluencias: siempre que estemos en un cruce, rotonda o salida en T debemos situarnos de manera de dejar tras nosotros todas las afluencias de tránsito en nuestra dirección. Supongamos que la ruta por la que vamos caminando se cruza con otra formando una rotonda, entonces lo ideal es hacer dedo una vez pasada la rotonda para agarrar también los autos de la otra ruta que toman la nuestra. Lo mismo a la salida de una ciudad.
  • banquina: el lugar en donde estemos tiene que tener banquina, es decir espacio para que los autos puedan detenerse. Esto es fundamental. No importa que sea banquina de pasto o asfalto, siempre que haya espacio para un auto. Los conductores que desearían llevarnos no pueden detenerse si no hay una banquina. Encontrar una banquina apropiada puede ser difícil en las autopistas.
  • autopistas: la tendencia actual en la construcción de autopistas es a tener cada vez menos en cuenta al peatón. Los autos tienden a ir canalizados. En algunas curvas se ponen directamente paneles a los costados, de manera que el conductor ni siquiera ve el paisaje. La excusa es la seguridad. Pero también hay carteles en muchas de ellas que dicen : “prohibido el ingreso de peatones” (Inglaterra) o “no autostop” (Italia). Para hacer dedo en una autopista normalmente buscamos una estación de servicio donde podemos acercarnos a los conductores, y si no hay estación de servicio nos ponemos en los accesos. Los accesos son calles asfaltadas más angostas que la autopista obviamente que se unen a esta. Están pensadas para que los automóviles que vienen del lento tránsito citadino alcancen una velocidad lo suficientemente elevada como para unirce a la autopista. Un buen lugar es donde el acceso se une a la autopista. Allí las autopistas suelen ensancharse y tener banquinas de cemento para recibir al nuevo caudal de tránsito. Normalmente hacer dedo en las autopistas no está permitido. En el raro caso de que la policía se acerque, lo único que suelen hacer es echarnos amablemente.
  • rotondas: no hacer dedo sobre ellas, sino después de ellas en la dirección elegida, unos 20 metros. Lo que se busca es no aparecer de repente a la vista del conductor. Esto hay que tenerlo siempre en cuenta en situaciones similares. Los conductores tienen un tiempo de reacción en el que piensan, dudan, etc, si frenar o no.
  • relieve: si entre nosotros y los autos hay una loma, pasa lo mismo: aparecemos de repente a la vista del conductor, con lo que no tiene tiempo de pensar. Conviene situarse cuando el terreno aún está en subida, o preferiblemente pasar la loma unos cincuenta metros.
  • curvas y rectas: la situación ideal es estar en una recta, después de una curva. La curva los hace reducir la velocidad y la recta les permite frenar tranquilamente. Si estamos sobre la misma curva los conductores están concentrados en pasarla, y no se molestan en frenar por lo general. Si estamos en medio de una recta y no hay un pueblo o algo que obligue a los autos a bajar la velocidad nuestras chances disminuyen también.

*¿esperar o caminar?: Muchas veces estamos haciendo dedo, nadie parece querer frenarnos, parecemos transparentes… entonces sentimos el impulso de caminar. Sucede que la espera produce ansiedad y si caminamos por lo menos cambia un poco el paisaje y abandonamos nuestro rol de árbol. Si no hay apuro, es hermoso caminar al costado de la ruta y saborear la sensación de deriva y libertad. Ahora, si queremos avanzar rápido nos conviene resistir la tentación. Suponiendo que el lugar en que estamos es bueno, no hay razón para abandonarlo. Los conductores no tienden a frenar a alguien que camina por el medio de la ruta, en medio de la nada, lejos de cualquier entrada a pueblo, rotonda o cruce. Les da la sensación que somos chorros, les produce inseguridad. Además, una vez que se pasaron la rotonda o cruce dónde estábamos ya han acelerado y la van a pensar dos veces antes de frenar. Si por algún motivo nos encontramos haciendo dedo en medio de la nada, porque se nos dio la reverenda gana caminar por ejemplo, buscar algún punto de referencia, una entrada a un campo, o preferiblemente un cartel de distancias. Es curioso que en el imaginario colectivo el mochilero sea un ser agotado que se arrastra por las rutas con la suela desgastada. Esta bien, aveces no queda otra que caminar, pero creo que en la mayoría de los casos muchos viajeros caminan por impulso más que porque sea necesario.

  • la prioridad: en caso de encontrarnos con otros mochileros haciendo dedo, a ellos corresponde la prioridad, de manera que debemos pasarlos y hacer dedo a continuación, de manera que los autos los vean primero a ellos. Otra opción es retroceder si creemos que dejamos a nuestras espaldas un buen lugar para hacer dedo. Si retrocedemos debemos situarnos siempre fuera del alcance de la vista de los mochileros que tienen la prioridad. Si decidimos pasarlos no tiene mucho sentido quedarse haciendo dedo a 10 metros. Es muy común llegar a una rotonda en la provincia de Buenos Aires y encontrarnos filas de gente haciendo dedo. En muchos casos no son mochilleros sino gente del lugar que vuelve del trabajo o lugar de estudio, maestras, etc. Se quedan haciendo filas porque esperan que gente conocida los levante. (Es curioso, ¡¡muchas veces no hacen dedo si no conocen al conductor!!) Esta gente no conoce la “ley de la ruta” como algunos la llaman, por lo que si al llegar dejamos espacio entre la rotonda y nosotros es muy probable que se metan delante sin ningún remordimiento por ello. No tiene sentido gastar energías en explicar nada. A la mayoría de los conductores no les gusta detenerse en medio a esas filas. Si le frenen a uno tendrían que frenarle a todos, y temen que su auto se vea invadido por una horda de mochileros iracundos. Incluso si estamos primeros la situación no es la ideal. Si solo hay sólo otro mochilero puede tener algún sentido quedarse, tal vez una camioneta nos termine sacando a todos de allí. Si hay una chica y nosotros estamos solos podemos proponerle hacer dedo juntos. Ella no pierde nada y nosotros avanzamos más rápido. También podemos proponerle matrimonio. Pero si hay una fila conviene tomar distancia, caminar por lo menos 300 metros, y acaso sacar provecho del “efecto culpa”, alguno que no le frenó a los de atrás y quieren ganarse el cielo con nosotros.
  • estaciones de servicio: su presencia casi garantiza una rápida salida de cualquier sitio. No tanto porque den lugar a banquinas, sino porque nos permiten acercarnos a los conductores mientras cargan nafta y preguntarles si nos pueden llevar. Aunque algunos autostopistas consideran demasiado frontal este método, no hay duda en que el contacto cara a cara es una oportunidad de demostrar a los conductores que somos buenas personas que no tenemos cuando el auto pasa a 120 km/h. Aquí los resultados dependen de nuestra diplomacia y sentido común. Con la experiencia cada uno va encontrando su propio estilo, pero aquí van algunos consejos generales:
    • no preguntar directamente “¿nos puede llevar a tal lado?”. Es muy frontal. Mejor algo del tipo: “Disculpe, sigue usted por la ruta x en dirección tal. Porque estoy yendo a tal parte. No sé si me podia acercar o al menos dejar en algún lugar intermedio” Hablar bien es fundamental, palabritas como intermedio o nombrar el número de la ruta cuando preguntamos son pequeñas trampas subliminales que persuaden más de lo que imaginamos. Lo que hacemos es ponernos con unas pocas palabras bien colocadas en el mismo nivel socio cultural que el conductor, compensando un poco el prejuicio de que los mochileros son una manga de crotos. Esto es algo local para Argentina, u otros países con grandes brechas sociales. En Europa o Estados Unidos las personas pertenecen más o menos a la misma clase social. La situación es más homogénea. Cualquiera tiene un auto. En nuestro país algunos modelos de automóviles son propiedad casi exclusiva de determinadas clases. En los países desarrollados un maestro tiene un Mercedes Benz modelo 92 y un abogado tiene uno 0 km. La diferencia puede estar en el modelo, pero ambos acceden a automóviles similares. No hay maestros haciendo dedo… Por eso no hay brecha alguna que emparchar con palabras. Volviendo al tema, no podemos tener un discurso armado, “¡qué tal jefe! ¿me lleva?” no es la mejor manera de abordar al conductor de un BMW, pero tampoco conviene acercarse al chofer de un camión Bedford 62 que viene rascándose el ombligo y cantando cumbia villera y hablarle de puntos intermedios. Cuestión de ajustarse a la situación.
    • evitar acercarse en el momento en que el tipo está sacando la plata de la billetera para pagar la nafta. Están perceptiblemente más paranoicos en ese momento.
    • preguntar a los camiones que suelen estacionarse para descansar alrededor de las estaciones. Tal vez se demoren varias horas antes de seguir viaje, pero en algunas situaciones extremas (salir de El Chalten, o de San Antonio de los Cobres) eso puede ser lo mejor que nos puede pasar.
    • En algunas estaciones de servicio del sur algunos dicen que los mochileros no están bien vistos, y que tal vez los playeros nos miren mal o nos prohíban acercarnos a hablar con los conductores. Puede ser que así sea, pero estas estaciones no llegan al 1% y los playeros tienen por norma la mejor onda con los mochileros.
    • Hacer onda con los playeros es importante. Suelen saber como se mueve el tránsito en la zona. Suelen saber qué autos “van acá no más” y qué camiones van para qué lado.
  • peajes: facilitan encontrar viaje. Basta con situarse después de los controles. Muchos peajes tienen áreas de servicios o al menos sanitarios, y mucha gente estaciona el coche para recurrir a ellas o estirar las piernas, dándonos una buena chance de acercarnos. Si nos ponemos a hacer dedo muy cerca de los controles es más que probable que los empleados nos corran. Por eso dejar una distancia prudencial.
  • puestos de gendarmería: son muy útiles ya que todos los autos tienen que detenerse allí por completo. La mejor opción es explicarle al gendarme a dónde vamos para que él nos consiga viaje. El gendarme pregunta a cada conductor de dónde viene y a dónde va (lo que produce grandes demoras cuando el conductor es un profesor de filosofía y toma la pregunta para el lado de la chacota). Lo cierto es que aunque no tiene la obligación el gendarme puede conseguirnos viaje, siendo en esto por lo general más accesible que los policías.
  • controles policiales: dependiendo de la onda del policía pueden o no conseguirnos viaje. Normalmente ya molestan suficiente a los conductores al pedirles todo tipo de papeles desde el seguro hasta el certificado de divorcio del perro, cuando no unos pesos para la yerba.
  • lomas de burro, pasos a nivel: obligan a reducir la velocidad y dan más chance de que los autos se detengan. La salida de Mar del Plata por Batán (RN 226) es un ejemplo de loma de burro útil, mientras que un paso a nivel indispensable es el de la circunvalación de Necochea si vamos en dirección Tres Arroyos.
  • salidas de aeropuertos: puede sucedernos que alguna vez nos toque salir a dedo de un aeropuerto. Por lo general se encuentran en medio de congestionadas avenidas o rutas. Y muchas veces las rutas que los unen con las otras rutas que llevan a la ciudad no tienen espacio para peatones ni mucho menos banquina, ya que no está previsto que alguien llegue en avión y siga a dedo. Todavía no se cruzaron a la gente de Pueblo Tomado. Cuando no es posible salir normalmente por ausencia de banquinas , entonces podemos probar acercarnos al estacionamiento y preguntarle a los conductores. Otra posibilidad es la calle que pasa por la puerta de entrada, normalmente poblada por taxis o vehículos particulares.


Vehículos que pueden frenarnos

Existe el mito de que los mochileros viajan casi siempre en camiones. Sin duda los camiones que recorren grandes distancias son responsables de muchos de nuestros grandes tramos. Pero la verdad es que autos, camionetas y camiones se reparten el total, incluso con superioridad de autos y chatas. Además hay otros medios que pueden darnos una sorpresa.

  • autos: todos pueden frenar. Algunas veces los principiantes no le hacen dedo a modelos nuevos o lujosos por prejuicio. Es verdad que cuanto más caro es un coche menos tiende a frenar su conductor, pero hay excepciones y muchas. Se conocen todo tipo de casos, y de hecho el record actual de velocidad máxima en viajes a dedo está en manos de un Audi S8, (unos 285 km/h). Un tramo en Ferrari conocido en provincia de Buenos Aires. Cuando un auto se detiene y el único pasajero es el conductor, éste espera que nos sentemos en el asiento del acompañante. La mochila directamente en el asiento de atrás salvo que él mismo nos ofrezca ponerla en el baúl. Tener camara de fotos, notas de viaje y mapa siempre a mano. Si sale alguna foto copada y la cámara está en el baúl lo vamos a lamentar.
  • camionetas: las célebres chatas. F-100 que estás en las rutas, sagrado sea tu nombre, venga a nosotros tu huella… Ni que hablar que las chatas son de lo más “frenadoras”. Las chatas tienen a favor para el mochilero que sus conductores están normalmente acostumbrados a llevar gente porque andan seguido por las rutas, además de tener espacio para más de dos personas en la caja por más llena que esté la cabina. Para los conductores es un motivo menos de temor el hecho de poder llevarnos en la cabina. En los ultimo años ha aumentado terriblemente la cantidad de camionetas japonesas doble cabina que recorren las rutas argentinas, para comodidad del mochilero (porque no hay necesidad de morirse de frío en la caja) y para pena de los mochileros nostalgicos acostumbrados a la chata americana. Viajar en la caja de una chata es parte del folclore de la ruta. Lo único, si no queremos morir de gripe por razones folclóricas, siéntense con la espalda contra la cabina, porque sino el viento les dará de lleno. El otro tema es: decirle al conductor dónde tiene que dejarnos antes de subirnos. Sino después se complica andar golpeando la luneta trasera de la chata alternando gritos con lenguaje para sordos. Sobre todo cuando en vez de caja la chata tiene un compartimiento cerrado atrás, como cámaras frigoríficas, etc. Hay cada caso en los archivos…
  • camiones: los caballeros de la ruta. Así se los conoce. Aunque muchos se escondan tras la vieja excusa de que el seguro no les permite llevar gente, son muchos los camiones que suben viajeros. Los camioneros valoran la presencia del mochilero, en especial si sabe cebar buenos mates. A veces, en especial cuando van cargados, a los camiones se les dificulta frenar en plena ruta. Es más fácil hablarles en una estación de servicio. Los camiones son una ventaja porque suelen hacer tramos largos. Nuestra amiga Regina en su recorrido por la Patagonia hizo el pequeño tramo Esquel - Buenos Aires en un camión…. En cuanto al espacio los camiones modernos cuentan con cama detrás de los dos asientos por lo que pueden llevar tranquilamente dos personas. En ocasiones si el camión va vacío y no tienen espacio en la cabina se puede viajar en el remolque, por lo que hay que preguntar por esta opción ya que ellos no siempre la tienen en cuenta. Hay gente que ha viajado hasta en el techo de camiones. Si el camión transporta una pala mecánica Caterpillar se puede viajar en la pala (no hace muchos años, esto sucedió a Juan y a Juan Balsells, de la barra de MdP, entre Mar del Plata y Balcarce). Los camiones son en nuestro país un medio de transporte muy popular entre los mochileros, pero estadísticamente no llegan ni al tercio del total de vehículos que frenan. Cuanto más desarrollado es un país y más clase media con acceso a vehículos tiene, más infrecuentes son los tramos en camiones. De esta manera el viajero que cruce el charco se encontrará con que en Europa casi el 80% de los viajes serán en auto, y el resto se repartirá entre camiones y utilitarios, y alguna esporádica camioneta (muy infrecuentes). Si en cambio estamos viajando por Paquistán o Tibet debemos esperar alrededor de un 80% de camiones ya que los vehículos particulares son escasos. Los camiones se adaptan a la geografía y culturas de cada región. Así en los países asiáticos los camiones suelen ser decorados festivamente con tachuelas e imágenes divinas, como agradecimiento a Dios. En Australia nos podemos encontrar con los famosos “road trains” o trenes de la ruta, gigantescos camiones que arrastran dos remolques. Que en Argentina aún podamos encontrar camiones Volvo ‘56, Chevrolet ‘57 cuando no un Chevrolet ‘46 sorprende un poco a viajeros europeos, y es una diversidad que tenemos que agradecer. Los camiones clásicos que merecen una mención son el “trompita” (Mercedes 1114) y el Scania Top Line ( el que es del color de la vaquita de Milka).
  • policía, ejército: cuando veamos un patrullero en la ruta hay que hacerle dedo. De vez en cuando, sobre todo en las provincias, hay más posibilidades de que se detengan, incluso la policía federal. Las camionetas del ejército también son vulnerables a nuestro pulgar. Ambulancias miltares o policiales, coches de bomberos, todo bicho que camina…
  • transporte público: si le hacemos dedo a un micro de pasajeros tenemos que asegurarnos de que esté vacío. Si está llevando gente es casi imposible que frene. Por el contrario, puede pensar que lo estamos parando para que frene y comprar el boleto. Claro que cualquier omnibus privado, o esas vanes que dicen “Servicio Privado” cuando no están llevando gente, frenan más de una vez.

Transporte no convencional

  • Motos: muy poco frecuente pero siempre posible. Los motociclistas suelen salir al cruce (y tienen razón) con el hecho de que no pueden llevarnos porque no tenemos casco. Un buen día todos deberíamos salir a la ruta con casco, y haber qué excusa ponen estos buenos muchachos…
  • Tracción a sangre: posible en países no muy desarrollados.
  • Tractores: quien recorra los pueblos de la provincia de Buenos Aires, esos que están incrustados entre camiones de tierra deberá más de una vez hacer el sacrificio y aceptar un tramo en tractor. Digo sacrificio porque uno termina con un dolor de espaldas increíble, fruto de la baja altura del techo y de la ausencia de un segundo asiento.
  • Trenes: ¿se puede viajar a dedo en tren? Por supuesto. Claro que es algo muy particular y en cierta manera infrecuente. Depende mucho de la zona o país en el que estemos. Primero que hay que diferenciar esto de algo similar que es el “train hopping” o saltar a los trenes. Esto no tiene nada que ver con los viajes a dedo, ya que no contamos con el permiso del maquinista. Esto no quiere decir que no sea valedero o meritorio, de hecho hay gente que lo practica en muchos países, incluso países desarrollados como Estados Unidos. Pero cuando hacemos dedo contamos con el permiso de quien nos lleva. Otra variante similar es, en Alemania, el Wochen Ende Ticket” o “boleto de fin de semana”. Este boleto permite viajar por todo Alemania durante 3 días en tren por un precio fijo y habilita hasta cuatro personas. Por lo que si en el andén conocemos a una persona que tiene el boleto y está viajando sola, podemos pedirle permiso para viajar con él/ella. Otra vez, no estamos haciendo dedo. Entonces ¿cómo se le hace dedo a un tren? En muchos casos las vías y las rutas van paralelas. En esos casos es posible acercarse a las vías y hacerle dedo como si fuera un auto. Para esto es necesario que la locomotora no esté llevando vagones. Las locomotoras viajan frecuentemente de pueblo a pueblo haciendo maniobras, llendo a buscar vagones, etc. Lo ideal es subirse al andén de una estación si la hay. Hay más posibilidades reales de que esto suceda cuando estamos en pequeños pueblos, en medio a caminos de tierra, en ramales alejados. En estas regiones es incluso costumbre que los maquinistas lleven gratis a la gente que ven en el anden, cuando no tienen vagones de pasajeros por supuesto. Por ultimo, hay una gran variedad de aparatos y máquinas ferroviarias que pueden pasar por las vías a baja velocidad, y esto varía de país a país. En Argentina nos podemos encontrar con zorras, camionetas F-100 adaptadas con ruedas de metal que encajan en los rieles, y hasta hace poco había coches-motor (locomotora y vagón en uno) Fiat modelo sesenta y pico. Una buena táctica para agarrar viaje en algún medio ferroviario es acercarse a las estaciones y lugares de maniobras. Allí podemos hablar a los maquinistas y guardafrenos. Y es el mejor lugar donde podemos intentar tomar los trenes cargueros. No hace mucho, Juan y Verónica, integrantes del grupo, hicieron más de 50 kms en tren en el ramal que une Gral Guido con Pinamar, al lograr que la locomotora se detenga. Hay libros editados en Rusia con las direcciones de todos los lugares (de Rusia) de maniobra de locomotoras donde se puede agarrar viaje. En nuestro país, a medida que el gobierno siga desmantelando los trenes, esa información cabrá en un volante. Un antecedente interesante del transporte gratuito en general y del transporte ferroviario en particular es la Ley Crotto, que allá por la década del 20 permitió que los trabajadores rurales que buscaban trabajo de cosecha en cosecha se transportaran gratuitamente en los techos de los trenes. Los que así andaban fueron pronto llamados crotos. Había incluso instalaciones preparadas para darles alojamiento básico y comida, conocidas como croteras.
  • Barcos: Parece difícil, pero cuando las vías terrestres son imposibles no queda otra que echar mano a la imaginación, aventurarse en los puertos y empezar a preguntar. Tener una libreta de embarque puede ser una ventaja en estos casos. Virtualmente, no hay diferencia con la ruta: los barcos de pasajeros no van a llevarnos pero hay que intentar las embarcaciones privadas, yates o barcos cargueros. En esto depende mucho la bandera del barco, los barcos de bandera Americana no llevan absolutamente a nadie, por ejemplo. Lo más fácil es encontrar un barco de nuestro mismo país, siempre que no seamos oriundos de Bolivia, tierra hermosa pero con pocos barcos… En esto los rusos tienen las cosas muy fáciles, los mares de los cinco continentes están poblados de barcos rusos, y hay una gran camaradería entre ellos. No hace mucho Valery Shanin, gran viajero ruso, en su vuelta al mundo a dedo encontró viaje de Ecuador hasta Rusia en un carguero de su país. En esto depende todo sólo de nuestra diplomacia. Hay un libro editado (solo en inglés) que se llama “The Hitch-hikers guide to the Sea”, algo así como “La Guía del Mochilero hacia el mar”. Hay otra manera de transportarnos en barcos sin pagar que no es exactamente hacer dedo, esto se llama crewing, es decir laburar a bordo y pagar el pasaje. Hay tránsito marítimo abundante entre la provincia de Buenos Aires (Puerto de Quequén por ejemplo) y países tan disímiles como Nigeria, Turquía y Grecia. Sólo es cuestión de probar.
  • Ferrys: en infinidad de lugares nos vamos a encontrar con islas a las que se llega por medio de ferrys. Para el que no está familiarizado con el término ferry es un barco que transporta autos y personas y hasta trenes hasta la otra orilla. Salvo que queramos nadar, como mochileros no nos queda otra que subirnos al ferry. Ahora, hay casos en los que podemos pasarlo a dedo. ¿cómo? Haciéndole dedo a un auto que se suba al ferry. Pero hay que prestar atención que sea un ferry que cobre por auto y no por persona. Si no, el conductor que nos lleve tendrá que pagar por nosotros. Si cobra por auto, es lo mismo que el auto lleve una o 5 personas. Hay otra cosa importante a tener en cuenta si viajamos en ferry, sea que hayamos subido allí en un auto al que le hicimos dedo o pagando el pasaje: hay que tratar de conseguir alguien que nos lleve del otro lado mientras aún estamos a bordo. Todos los que estan arriba del ferry cuando llegan a la otra orilla se suben a sus autos y se dispersan en distintas direcciones, y siempre hay alguien que va en la nuestra. Es conveniente encontrar viaje antes porque muchas veces los puertos se encuentran marginados de otras rutas y no reciben tráfico de ninguna parte salvo de los autos que se bajan del ferry, por lo que corremos el riesgo de tener que esperar hasta el próximo ferry para volver a ver un auto pasar. Para averiguar si el ferry cobra por auto o por persona es conveniente llamar antes por teléfono.
  • Aviones: Todo lo que se mueve es capaz de detenerse, eso debería ser nuestra máxima. Igual que con los barcos y trenes, todo depende de nuestra diplomacia. Hay que estar atentos a los aeródromos al costado de la ruta, aviones fumigadores, dirigibles publicitarios, helicópteros, globos aerostáticos, si pasa Leonardo da Vinci en el tornillo alado que inventó también vale, etc. Lograr que un avión nos lleve es más posible cuando menos occidental es el país donde estamos. Digamos que en Europa o Estados Unidos la vida de las personas está sujeta a un montón de reglas que rara vez se cuestionan. La Big Mac lleva mayonesa y aunque les ruegues no te la van a dar sin mayonesa por la sencilla razón de que la Big Mac lleva mayonesa. Ni hablar de subirse a un avión sin boleto. Claro que no hablamos de aviones de pasajeros. Nos referimos a aviones militares, aviones de ayuda humanitaria, de la ONU, la UNESCO, Cruz Roja y ese tipo de organizaciones. Y siempre que hablamos de estas empresas increíbles terminamos hablando de rusos, los Fateev, una pareja de rusos que viaja alrededor del mundo a dedo desde hace tres años, volaron de Cabo Verde a Brasil en un avión de la ONU, para dar un ejemplo. Y más cerca nuestro, una de las personas que se acercó al Encuentro de Mochilero de Tandil, Gerónimo, hoy un hombre de 62 años, recordaba cómo cuando en los 70s viajaba por Latinoamérica, el conductor de un auto que lo llevó en Perú era comandante de la fuerza aérea y lo subió a un avión que lo dejó en Colombia.

Una opción es AirHitch, una empresa Americana que ofrece un particular sistema para viajar barato por avión. Desde ya que ya nos fuimos de tema, estamos pagando… Pero es una buena opción cuando queremos cruzar el océano rápidamente. Uno paga una especie de inscripción de 10 dólares o algo así, selecciona el destino y queda en lista de espera. Un buen día te llaman a tu casa y te dicen: hay un lugar para el vuelo de mañana a las 10 de la mañana, y el pasaje (supongamos New York - París) sale 200 dólares. Manejan realmente precios muy buenos, pero hay que tener mucha flexibilidad con respecto a la fecha de salida, tenés que tener la mochila armada por un mes…Esto nos sirve sólo si pensamos viajar desde Estados Unidos. Lo que esta gente hace es muy simple. Hacen como intermediarios en la venta de los pasajes de banda negativa.

Banda Negativa: cuando un avión está saliendo con pocos pasajeros o hubo cancelaciones, estos pasajes se pueden comprar directamente en los aeropuertos a muy bajo costo. Claro que hay que estar varios días en el aeropuerto hasta tener suerte. No es un sistema muy seguro, es decir, no es seguro que tengamos suerte. Quien tenga experiencia en esto está invitado a contarnos como funciona el tema.


La Policía

La policía no tiene más motivos para detener a alguien que hace dedo que los que tiene para detener a cualquier persona que anda por la calle. No obstante hay veces en que el prejuicio hace que los mochileros seamos detenidos para averiguación de antecedentes. Esto pasa casi con exclusividad en la provincia de Buenos Aires, en pueblos dónde nunca pasa nada y los tipos tienen que justificar su puesto. Pero no asustarse, esto sucede con muy poca frecuencia y es una averiguación de antecedente y nada más. Normalmente en las provincias la policía es más amigable, se puede dormir en las comisarías y no hay esa tensión que hay para con el policía bonaerense. Si es de noche y piensan retenernos por las horas que restan hasta el alba, el procedimiento correcto sería que nos sometieran a una revisada médica previa a la detención, de manera que conste que estamos en perfecto estado de salud antes de esta… Normalmente los policías tienen la teoría de que hacemos dedo porque no tenemos trabajo. Es casi matemática la pregunta, en un momento o en otro, ¿qué pasa chicos, andan buscando trabajo? No pueden entender que hagamos dedo por diversión y experiencia. Y se sorprenden si les explicamos que podemos llegado el caso a gastar en un viaje a dedo el dinero suficiente para comprar un auto.

Conductores que piden dinero

En países ricos los conductores suelen dar dinero a los mochileros. En países pobres, por el contrario, es común que los autos frenen sin que les hagamos dedo, pero después nos pidan dinero. Esto no quiere decir que se quieran pasar de vivos, sino que en países donde no todo el mundo tiene un coche es común compartir el gasto de la nafta. También está el hecho de que la gente en zonas o países pobre piensan que todo el mundo que lleva una mochila es un europeo con mucho dinero, por lo que esperan que uno pague sin discusión. Esto pasa en muchos países. En Bolivia los camioneros normalmente piden dinero. En muchos países de Europa del Este como Rumania, en algunas zonas de Rusia , en Iran y otros países asiáticos también es común que esperen de nosotros que paguemos una pequeña suma. Hay que remarcar que esta suma en realidad es insignificante para el recorrido que estamos haciendo. Tal vez te llevan 200 kms y te piden 2 pesos. Si no accedemos a pagar no es porque nos parezca caro, (aunque aveces podemos estar realmente sin dinero) sino más bien por una cuestión de filosofía. Quienes viajamos a dedo disfrutamos cuando las cosas salen no de un intercambio de dinero, sino de la buena voluntad de los hombres. Muchos mochileros directamente pagan la suma requerida porque es barata, o lo que es peor, toman el transporte público, que si bien es barato nos hace perder la oportunidad de conocer más de cerca a la gente local. La manera de viajar a dedo y no pagar es muy simple: aunque no hablemos una palabra del idioma local hay que asegurarse de saber decir: “no tenemos dinero”, sea en ruso, chino o árabe. No todos los conductores aceptarán, pero como casi todos los autos que pasan se detienen nos basta con que uno de cada cinco acepte para salir rápido. Hay mochileros que han viajado de esta manera por todo Oriente sin registrar desmesuradas demoras. En el norte de nuestro país lo que nos podemos encontrar son “autos truchos” (asi les dicen a los remises truchos) que cuando te levantan no te dicen nada y al bajarte te dicen: “son tres pesos”. Si les decís que no te dicen: “estamos trabajando”. Al no avisar con anterioridad no tienen derecho a reclamo. Nunca pagarles un centavo, porque si les pagamos estamos fomentando ese tipo de conductas. Los conductores de estos remises truchos no se ponen agresivos ni nada semejante cuando nos negamos con justicia a pagarles.

Recursos en la red

  • Rideboards: en algunas paginas extranjeras como la del Club de Autostop de Vilnius podemos encontrarnos con un listado de gente que hace determinado trayecto en una cierta fecha, con la que nos podemos contactar para que nos lleve sin cargo. También figura la cantidad de asientos libres que tiene el auto.
  • Autostop prearreglado: también conocido internacionalmente como “car sharing” en ingles o “mitfahrzentralle” en alemán. Son agencies (que también tienen sus páginas web) que ponen en contacto a conductores y mochileros. Estos pagan una parte del combustible, que siempre es menor al boleto de tren. Puede ser de ayuda cuando tenemos algun apuro y queremos ir, digamos, de Berlín a Estambul….y tenemos tres días y no una semana. De otra manera es una perdida de tiempo, plata, y experiencias.